Me quedé viuda muy joven.
Conocí a mi actual pareja durante el duelo y me esperó hasta estar lista. Todo fue rápido: vivir juntos, relación seria… Él tiene un hijo estupendo.
El problema viene cuando, después de 2 años juntos, no hace planes conmigo. Nada de vacaciones juntos, se va solo con su hijo cuando ya vivimos los tres juntos a temporadas. Cuando se enfada o preocupa por algo ajeno a mí, me hace el vacío, me habla pero no me muestra cariño. Nunca quiere hablar cuando yo lo necesito para aclarar cosas de la relación. Pensamos en tener un hijo, pero no está ilusionado. Solo sale el tema si yo lo saco y se lo dije desde el principio, que yo quería tener hijos y a él le pareció bien (tiene 9 años más que yo y a menudo, ahora, me dice que no es niñero). No está con mi familia y, cuando está, se muestra muy seco, cuando yo me desvivo por sus padres… No me deja comprar nada para su casa y tampoco me deja pagar facturas. No tenemos nada a medias.
¿Es probable que esté intentando que yo deje la relación? ¿O me está tanteando a ver hasta dónde aguanto? Pero, ¿para qué? Ya he soportado mucho, no podría explicarlo todo en este texto. En una ocasión, le dije todo esto y cuando me dio a entender que era así y que no cambiaría, ni me pidió perdón, empecé a hacer la maleta para irme y se puso hecho una furia y me dijo que necesitaba mi ayuda porque estaba agotado. Que trabaja mucho, viaja mucho y no puede con todo, que estaba sobrepasado. Y me quedé.
Me manipula, ¿verdad? Para no estar solo cuando no está su hijo.
Isa
Cuando leo consultas como esta, siento una mezcla de emociones. La que más pesa, al contrario de lo que puedas pensar, es la ilusión.
Me explico.
Evidentemente hay una parte de mí que está triste por Isa y otra que está bastante cabreada, no lo vamos a negar.
Pero luego hay un rinconcito dentro de mi corazón que se da cuenta de lo difícil que debe haber sido para Isa escribir este relato y, si te fijas en su última frase, te darás cuenta de que ella misma tiene la respuesta y lo único que le hace falta es sentir un apoyo para poder tomar esa decisión (si es que no la ha tomado ya).
Y, otra cosa no, pero apoyo le vamos a dar, ¿verdad Mari Cármenes?
Vamos a analizar esta consulta porque, aunque esté clara la respuesta, no está de más repasar los puntos que nos ha comentado Isa.
El problema viene cuando, después de 2 años juntos, no hace planes conmigo.
Que tu pareja no haga planes contigo, es una clara bandera roja. Especialmente cuando la relación ya está afianzada.
Cuando se enfada o preocupa por algo ajeno a mí, me hace el vacío, me habla, pero no me muestra cariño.
Así que, básicamente, solo está bien contigo cuando no tiene ninguna preocupación y, cuando la tiene, te hace el vacío emocional. Otra bandera roja.
Obviamente, es normal estar mejor con las personas de nuestro alrededor cuando estamos contentos y felices, pero la realidad es que somos seres humanos y vamos a tener emociones, preocupaciones e incluso enfados de vez en cuando. Así que aprender a gestionarlos de forma en que no dañemos a las personas de nuestro entorno, debería ser una asignatura obligatoria para todo el mundo.
Nunca quiere hablar cuando yo lo necesito para aclarar cosas de la relación.
Vaya, otra bandera roja. ¡Qué sorpresa!
Poder hablar con tu pareja cuando tienes preocupaciones o cuando necesitas aclarar algo de vuestra relación, es imprescindible para poder tener una relación sana.
Tienes derecho a albergar dudas o miedos y deberías poder comentárselo sin miedo a que se enfade contigo o eche balones fuera y termines más confundida de lo que venías.
Pensamos en tener un hijo, pero no está ilusionado. Ahora, me dice que no es niñero.
Te vendió la idea de que sí podíais tener hijos porque eso es algo que tú le dijiste que querías, era uno de tus estándares.
Todo el mundo tiene derecho a cambiar de opinión (¡faltaría más!), pero una cosa es cambiar de opinión y verbalizarlo y otra es ir dando mensajes medio sutiles, pero que no dejan las cosas demasiado claras.
Por lo que cuentas, da la impresión de que él no tiene ninguna intención de tener hijos contigo, pero tampoco te lo quiere decir porque no le viene bien que lo dejes.
Sí, lo adivinaste, no hablar con claridad de un tema tan importante para ti, también es una bandera roja.
No está con mi familia y, cuando está, se muestra muy seco.
Esto, para mí, es otra bandera roja. Simplemente porque mi familia está muy alta en mi lista de prioridades y me cuesta mucho concebir el hecho de tener una pareja que no quiera estar con mi familia o que se muestre seca con ellos.
Tú deberás valorar cómo de importante es que tu pareja se lleve (o al menos haga el esfuerzo de llevarse) con tu familia para determinar si es una bandera roja o no.
De todas formas, tiene ya una buena colección.
No me deja comprar nada para su casa y tampoco me deja pagar facturas. No tenemos nada a medias.
Si no pagas nada, eso significa que él te lo está pagando todo, con lo cual tiene un elemento de control.
En su cabeza, eso te pone en deuda con él y hace que pueda justificar determinados comportamientos y que sienta que tú le debes algo, que es lo que te va a pedir en el siguiente párrafo.
Empecé a hacer la maleta para irme y se puso hecho una furia y me dijo que necesitaba mi ayuda porque estaba agotado.
Claro, muy agotado. De intentar mantenerte a su lado, sin ofrecerte nada de lo que tú necesitas a cambio.
¿En serio, en lugar de decirte que te quedes porque te quiere, te dice que te quedes porque está cansadito? Ay pobre…
Mira, Isa, lo que él quiere es a una especie de Cenicienta emocional.
Alguien que le ayude en lo que necesite, que esté a su lado, que le dé cariño (solo cuando él quiera, obvio) y que no ande pidiendo nada.
Ya no cuento más banderas rojas porque… ¿pa qué?
Me manipula, ¿verdad? Para no estar solo cuando no está su hijo.
Efectivamente, te manipula. Quizás para algo más que para no estar solo. No estoy poniendo en duda que te quiera, pero te quiere solo para las cosas que le interesan a él y quiere que sigas con él por eso. Tus necesidades, se la traen floja.
He dejado estas preguntas para el final, aunque en tu relato iban un poco antes.
¿Es probable que esté intentando que yo deje la relación? ¿O me está tanteando a ver hasta dónde aguanto? Pero, ¿para qué?
Te diré que no creo que él quiera que tú dejes la relación. Vaya un trabalenguas.
Lo que quiere es mantener la relación en sus propios términos. Es una relación hecha por y para él. Y así quiere que continúe. Y, cuando tú la cuestionas, entonces se molesta e intenta hacerte cambiar de opinión.
De todos modos, estas preguntas no importan nada.
Estás poniendo tu foco en lo que él hace, por qué lo hace, para qué lo hace. ¡Importa un bledo!
Lo que importa es qué quieres tú, cómo te sientes tú y qué vas a decidir tú.
Si quieres seguir viviendo bajo el yugo de un rey muy poco magnánimo, quédate porque con él, no te faltará de nada (económicamente hablando; emocionalmente, te faltará de todo).
Si lo que quieres es estar en una relación en la que tú seas el 50%, tengas voz y voto, puedas hablar de lo que te importa, recibas el cariño que necesitas y exista la posibilidad real de ser mamá, entonces este no parece ser tu hombre.
Creo que es tu momento para conectar con el enorme valor que tienes y que ya has demostrado superado un palo muy fuerte. Es hora de construir la vida que tú quieres vivir, no la que otra persona está diseñando para ti.
Tienes el poder de hacer lo que te dé la gana. Úsalo y verás como consigues todo lo que siempre soñaste.
¡Te lo mereces!
Un abrazo,
Silvia
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