Hola Silvia, ante todo muchas gracias por la claridad y la ayuda que nos aportas en cada episodio.
Estuve, sin esperarlo, en una relación que duró tres meses y que para mí fue maravillosa.
Es cierto que tuvimos tres mini discusiones en los tres meses, pero fueron cosas a las que yo no le di importancia. Por mi parte las hablé y me disculpé en la parte que consideré tenía que hacerlo y él, a pesar de darme como silencio en esos momentos de tensión, cambiaba de tema y continuaba aparentemente feliz. En ese tiempo de supersubidón por su parte, me decía cosas del tipo: «desde mi primera relación larga, no había vuelto a sentir la ilusión y la conexión que tengo contigo», «nunca antes había podido compartir tantos hobbies con alguien», «no me importaría tener un hijo contigo», etc.
Su sobrina y mi sobrina eran «nuestras sobrinas», compró incluso opciones de ocio con muchos meses de antelación y yo cada vez lo fui creyendo e ilusionádome, dejando mis miedos y mi mochila atrás.
En navidades, nos separamos, pero íbamos a pasar desde nochevieja en adelante, hasta el 10 de enero, juntos. Empezó a comportarse algo raro en la distancia (vivíamos prácticamente juntos esos tres meses desde que nos conocimos). Me planteó cuestiones raras por WhatsApp, como si me hiciera con preguntas un test de personalidad, del que yo me reía, pero no acababa de entender. Noté que en el contexto de volver a casa con su familia, estaba bastante menos disponible y comunicativo. Progresivamente, desde el 28 de diciembre, empezó a recortarme los días que pensaba que íbamos a pasar juntos. Me dijo que en lugar de 7 días, podía verme el finde de nochevieja, pero el resto no. Yo que había planeado todo para cuadrar toda esa semana con él me quedé hecha polvo y le dije que había tomado decisiones unilaterales y me había regateado el tiempo, dejando claro que no era una prioridad.
Yo vivo a bastante más distancia que él del sitio donde nos íbamos a juntar y justo el 30 de diciembre me dice que el 31 ya llegaría por la tarde (recortando más tiempo) y me cabreé.
Al día siguiente, me escribió para decirme que llegaría por la mañana y yo, que no dormí esa noche, cancelé el plan de nochevieja, hablando con él y explicándole que puesto que sus compromisos iban primero, pues me quedaba en mi pueblo con los míos. Que no quería pasar casi toda la semana sola si solo iba a estar conmigo dos días y que ya hablaríamos al pasar Reyes.
Yo reflexioné durante esa semana y el día 9, cuando hablamos, me dijo que no éramos compatibles y que no íbamos a seguir juntos.
Cuando yo le pregunté que cómo, de repente, quería dejarlo: empezó a decirme: «tú eres distinta a mí, eres más nerviosa. No me das paz, ni tranquilidad. Siempre estás haciendo actividades y el problema es tu estilo de vida».
Yo me quedé destrozada intentando hablar con él y desmontar esos motivos como para romper, pero él ya estaba en fase disco rayado con el «no somos compatibles». Pasó de decirme un 28 de diciembre “te quiero mucho” a un 4 de enero “no somos compatibles” y culpando mi estilo de vida, cosa que desde el minuto uno ya sabía lo que había, en cuanto a que hago actividades, soy inquieta, soy vegana, etc. Y eso nunca pareció ser un problema al principio, más bien todo lo contrario.
La cuestión es que, de repente, yo me quedé enredada en entender por qué decía lo de no ser compatibles y machacándome por haber podido equivocarme al cancelar nochevieja e incluso por haber hecho muchos planes o haberle podido estresar con actividades a las que voluntariamente se apuntó conmigo.
Es cierto que no me gustaba su manera de dar silencio y cambiar de tema ante los mini conflictos, pero no vi esa bandera roja.
¿Cómo podemos detectar que una persona realmente es sincera y realmente va en la misma línea, cuando no te da indicios para desconfiar? ¿Cómo se reconstruye una persona que se ha enamorado, que ha pensado que todo va bien y que, de repente, en el primer desacuerdo gordo, la dejan y la única excusa es que la culpa es de su estilo de vida, cuando encima el estilo de vida es algo que con trabajo se ha construido una y le ha mejorado? Ahora con el tiempo y el trabajo personal veo que fueron excusas, pero sigo sin entender que alguien realmente pueda sentir que está súper enamorado y en la separación vuelva diciendo que no sois compatibles.
Mara
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Esto es todo por hoy.
Nos vemos cada martes a las 7 de la mañana con un nuevo episodio de PsicoAmor.
¡Hasta la próxima!
Adish dice
Que peligroso el atracon de quimica! Me senti super especial con todo lo que me decia que sentia y todavia no me habia visto! Que ilusa! Despues notaba distancia y menos intensidad y claro, me sentia fatal… Pero ahora que te escucho soy consciente de que era imposible que sintiera eso sin conocerme, gracias !
Alexandra Alex dice
Oooh muchas gracias por contarnos cómo ha acabado todo!!
Amparo Martín dice
La ley del silencio la sufrí yo con una pareja que tuve. Cada vez que discutíamos o había desacuerdo no podía hablar con el. Me tragué varias de esas banderas rojas y al final lo pague caro. Nunca más
Regina Ciscar Martí dice
Tal vez Mara, sería posible que al bajar su atracon de química revisase sus estándares y se dio cuenta que había algunos no se cumplian? Igual que nos ocurre a nosotras? Al final no hizo bien las cosas, con lo que eran banderas rojas para tí. No era para tí y mejor así, no?
Monica Casacuberta Lancha dice
Hola Purificación, tu no hiciste nada malo, el problema lo tiene él, es decir, este chico no era para ti, encontrarás a alguien mejor. Cuidate
Sara dice
Mara/Purificación,
Si una persona no es capaz de comunicarse durante un conflicto sea del tipo que sea, ya te está diciendo mucho. Es de una pésima gestión emocional y no vale la pena invertir ahí. Espero que pronto encuentres a una persona que sea persona de los pies a la cabeza.
Un abrazo 🙏
Patricia D. dice
Gracias Mara por contarnos lo que pasó a posteriori. Una lección que yo saco de tu historia (y las mías jejeje) es que la persona con la que estamos tiene que darnos lo que queremos sin que tengamos que estar mendigándolo. Lo de que te sentías fea para ver qué te decía igual lo vio como una trampa. Por qué no un chico que te diga lo guapa que estás en vez de uno que no dice nada y le saquemos a la fuerza un «Estás muy guapa», si le dices tú que te sientes fea…
En fin, que creo que al final, ha sido suerte que no durara mucho, porque realmente erais incompatibles y esperar o aguantar mucho es peor. Yo vivi una historia con atracón inicial que se pasó rápido, y como ya estaba saliendo con él, hice caso omiso de lo que sentía (hubo noches que no podía dormir pensando que me había precipitado estando con esta persona) y aguanté porque era un chico de los que teniendo la noviecita al lado no rompen aunque no vaya bien la cosa porque se apalancan…yo tampoco rompía porque claro, al fin había un chico que quería estar conmigo (yo tenía la autoestima fatal cuando viví esto hace ya más de diez años)… y sabes qué? que al final rompimos por la incompatibilidad y estándares no cumplidos pero sobre todo por aquello que yo iba pidiendo una y otra vez y a él no le salía darlo…
Un beso a todas!
Mariluz dice
Por lo que cuentas, diste con un narcisista.
Es imposible hablar con ellos, siempre tienes la culpa.
Te recomiendo el libro Amor Zero del Dr. Iñaki Piñuel y la pá Gina de Instagram bombardeo de amor.
Qué difícil detectar a un narcisista, son manipuladores natos.