Hola Silvia. Tengo una relación de casi 11 años y 3 hijas de 10, 5 años y 18 meses.
Durante todos estos años de relación, hemos tenido altos y bajos, como cualquier pareja. Hace unos 8 años, yo dejé a mi pareja por estar con otro chico y estuvimos separados casi 2 años. Él también tuvo otra relación. Pasado ese tiempo, hablamos de darnos otra oportunidad y de dejar todo lo ocurrido en el pasado y volvimos ya hace casi 7 años.
La verdad es que ha sido una relación muy difícil, aunque yo he puesto todo de mi parte para que las cosas funcionen, pero no sé hasta que punto volver fue una buena decisión. He soportado muchas malas palabras de su parte y que cada vez que tenga oportunidad, me eche en cara que lo dejé por otro. En cualquier discusión que tenemos, me falta al respeto, insultándome y haciéndome sentir que no valgo nada, sobre todo porque yo estoy al cuidado de las niñas y no me ha resultado fácil poder trabajar y aportar económicamente. Muchísimas veces he hablado con él para hacerle saber que no me gusta su manera de tratarme y siempre dice que va a cambiar, que él me quiere y que no quiere perderme y entonces esta un tiempo bien o mejor dicho, controlando sus palabras, pero en cuanto digo o hago algo con lo que no está de acuerdo, entonces otra vez es igual y no le importa quién esté presente porque dice las cosas delante del que sea. Últimamente lo hace delante de mi hija mayor y yo ya no puedo más con esta situación. Ya son muchas cosas que vengo aguantando y en donde cada vez me siento peor.
Me encantaría que me pudieras dar tu opinión. Un saludo
Julieth
Hola Julieth, siento mucho que estés pasando por esta circunstancia.
Mi opinión, ante esta situación es más que clara. Tanto, que en mi libro “Mándalo a la mierda”, ni siquiera escribo un capítulo dedicado a este tipo de relación porque me parece que está más que claro que las descalificaciones, los insultos y los desprecios, no tienen cabida en una relación sana.
Y eso tú ya lo sabes, pero claro, hay algo muy importante que no podemos perder de vista y que complica un poco esta consulta: Tu pareja es el padre de tus hijas.
Y eso hace que, en mi opinión, no podamos decir que volver con él fue una mala decisión porque esa decisión hizo que tuvieras a tus 2 benjaminas, lo cual es sagrado.
Es por eso que mandar a la mierda no sirve en estas situaciones porque él es el padre de vuestras hijas, con lo cual, no puedes cortar la relación de cuajo y perder el contacto porque lo mejor para el bienestar de las niñas, es que tengáis una relación por lo menos, cordial y podáis hablar de todos los temas relacionados con su crianza.
Pero eso no significa que tengas que ligarte para siempre a una relación que no está funcionando y que no te está haciendo sentir bien. Especialmente si ya te has dado cuenta de que cada vez te sientes peor y ya no te da la gana tener que aguantar más desprecios y reproches.
Contestándote a ti en particular y a todas las personas que me lean en general, debo remarcar, una vez más, que lo más importante es la autoestima. Tú estás con alguien que te está bajando la autoestima y te está haciendo sentir culpable por las decisiones que tomaste en el pasado. No podemos dejar que alguien nos baje la autoestima porque es como dejar que alguien te vacíe el depósito del coche y pretender que el coche siga andando sin gasolina. La autoestima es el bien más preciado que tiene un ser humano y por lo tanto, no debemos y no podemos permitir que alguien nos la baje.
Por otro lado, tenemos al dichoso sentimiento de culpa, que además de ser uno de lo sentimientos más inútiles que existe, es uno de los elementos que puede bajar la autoestima porque te lleva a machacarte por algo que no puedes cambiar, ya que sucedió en el pasado. Y como a día de hoy, aún no podemos viajar en el tiempo, no podemos modificar algo que ya pasó.
Imagínate que hace años, te comiste una coliflor, te sentó fatal y te tuviste que ir por patas al baño y a día de hoy sigues culpándote por esa coliflor que te comiste y que no sabías que te sentaría mal. ¿Verdad que no tiene ningún sentido? Lo comido, comido está. Lo vivido, vivido está.
Cada caso es único porque hay diferentes ingredientes. Eso hace que algunas situaciones parezcan complejas cuando estás viviéndolas, pero en mi experiencia personal y profesional, una vez tomas la decisión de dar un paso hacia delante y sales de esa situación en la que te encuentras, todo cambia y lo que un día pareció una montaña imposible de escalar, se convierte un montoncito de arena.
No conozco tu situación particular, con lo cual, me resulta complicado darte una opinión bien fundamentada, pero si tú tienes claro que no quieres seguir con esta persona porque te daña y te hace sentir mal, entonces debes encontrar el modo de poder salir de esa relación de la forma más tranquila posible porque tienes que compartir la crianza de tus hijas con él.
Te mando todo el ánimo del mundo y ojalá me escribas pronto contándome lo bien que te sientes.
Un abrazo,
Silvia
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