Hola. Hace unos meses conocí a un chico. Resultó que tan sólo llevaba un par de meses separado. Su expareja le había abandonado por otro hombre. Nunca me ocultó que estaba en pleno proceso de duelo y que se sentía muy dolido por lo que le hizo su ex. Aún así, yo me empeñé en que quedásemos y nos fuésemos conociendo. Me costó mucho quedar con él porque era obvio que no se sentía preparado y se resistía, pero por fin empezamos a vernos. Al cabo de unos meses comenzamos a intimar. Se notaba que ambos nos gustábamos pero cada poco tiempo él reculaba y me decía cosas como: Tengo miedo, no sé que quiero, es demasiado pronto… pero yo le daba algo de espacio y volvía a la carga porque me gustaba y pensaba que con el tiempo se le pasarían esas dudas.
La última vez que estuvimos juntos le noté muy distante y al preguntarle si creía que me estaba «empeñando» en algo que no podía ser me dijo que quizá yo quería ir muy deprisa. Después de aquél día se le notaba incómodo con mis mensajes y me contestaba muy cortante. Un día me escribió él diciéndome que le gustaba mucho y que había estado muy bien conmigo, que no pensase que se había olvidado de mí, que sólo necesitaba tiempo.
Quise que me dijese las cosas más claras, y aunque prefirió no quedar para hablarlo en persona, me respondió que ahora mismo su cabeza está hecha un lío, que le está costando mucho acostumbrarse a su nueva vida y que aunque le ha encantado conocerme en este momento no está preparado para una relación sentimental, y acabó con un «lo siento mucho». Me quedé en shock, ya hace unos cuántos días de eso y no he sido capaz de responderle nada. Quisiera decirle que entiendo la situación por la que está atravesando y que no cierro la puerta a un futuro acercamiento cuando el tiempo haya curado sus heridas. ¿Me aconsejas hacerlo? He de decir que me parece sincero en sus motivos y que estoy de acuerdo en que 5 o 6 meses después de la ruptura traumática de una relación de 16 años y con hijos pequeños no es tiempo suficiente para elaborar su duelo.
Por favor, aconséjame porque este chico me gusta de verdad.
Muchas gracias.
María
María, tu situación es más común de lo que a todos nos gustaría.
Te has encontrado con un hombre dolido porque acaba de salir de una relación que le ha dejado hecho polvo, con la autoestima destruida. Y que, por mucho que le gustas, hay algo dentro de él que no le permite seguir avanzando porque aún está anclado en el pasado.
No tengo duda alguna de que sus motivos para no estar preparado para una nueva relación son reales y él ha sido totalmente sincero contigo. Creo que cualquier persona que lea tu escrito puede entender que la situación por la que está pasando es realmente complicada.
Dicho esto, ¿dónde quedas tú en este embrollo?
En tierra de nadie.
Está claro que le gustas, que habéis tenido una conexión, pero tú estás preparada para dar el siguiente paso y, según me has comentado, ya le has apretado las tuercas en numerosas ocasiones para acelerar el proceso, para que se decidiera a dar un paso más.
Y él ha hecho lo que cualquier persona que no tiene las cosas claras haría: resistirse, darte largas, pero siempre dejando una puerta abierta, la puerta del «quizás».
La puerta del quizás es peligrosa porque no está cerrada, ni tampoco abierta. Está lo suficientemente abierta como para que pienses que vas a poder pasar en un futuro y lo suficientemente cerrada para que no la puedas traspasar ahora mismo.
El problema es que todos necesitamos respuestas y que esa situación no puede aguantarse durante un tiempo indefinido, así que llegó un momento en que quisiste abrir la puerta a la fuerza y fue ahí cuando él la cerró del todo.
Y ahora le quieres decir que vas a esperar pacientemente a que la abra, aunque no tengas ningún tipo de garantía de que así sucederá, ni él te la haya dado.
En mi opinión, lo importante no es entender los motivos por los cuales la puerta se ha cerrado, si no fijarse en el hecho de que está cerrada.
Por mucho que te guste alguien, eso no es nunca motivo suficiente como para luchar contra viento y marea para conseguir aquello que la otra persona no está dispuesta a darte porque lo que ocurrirá al final es que tu autoestima quedará destruida porque, por mucho que intentes racionalizar la situación y entiendas los motivos por los cuales te encuentras en ella, eso no impide que te sientas mal y te comas la cabeza.
Así que es momento de que te preguntes qué es lo que quieres en realidad.
Según lo que me has comentado, quieres seguir poniendo tu energía, tus ilusiones y tu autoestima a merced de alguien que ya te ha dicho que no está preparado para darte lo que quieres. A fuerza de intentarlo, él se ha dado cuenta de que no puede dar más y no puede mantener ya esa situación. Sería relativamente fácil darte la dosis justa de esperanza para no perderte del todo (como hacen muchas personas), pero él ha tenido la madurez suficiente como para dejarte ir para que no te quedes atascada y puedas hacer tu vida. Aún así, tú quieres esperar a que los sapos bailen flamenco.
Si las emociones fueran lógicas, te empujarían a dar este capítulo por cerrado y abrirte a alguien que vea claro que quiere estar contigo.
La realidad es que cuando nos gusta mucho alguien tenemos visión de túnel y nos cuesta darnos cuenta que hay muchas más personas alrededor nuestro, que el mundo ni empieza, ni termina en ese alguien que ahora mismo es especial.
La vida nos pone delante a personas y situaciones para aprender de ellas, para vivir experiencias y luego, cuando terminan, poder pasar a la siguiente sabiendo algo más.
Si nos quedamos atascados, lo único que ocurre es que perdemos el tiempo y sufrimos más.
Me preguntabas si deberías decirle que entiendes su situación y no cierras la puerta a poder intentarlo más adelante.
Creo que esa información no es relevante para él ahora mismo y por lo tanto, es innecesaria. Él es quien ha cerrado la puerta, no tú, por lo tanto decirle que aún está abierta es como querer forcejear de nuevo y no ayudará a quitarle presión a la situación.
Hay un mundo inmenso ahí fuera y te mereces encontrar a una persona que tenga claro que lo que quiere, es a ti. Soltar a alguien especial es doloroso, pero es la única forma de dejarle espacio a la persona adecuada.
Espero haberte sido útil.
Te mando un abrazo muy fuerte.
¿Qué piensas de la situación de María? ¿Crees que debería esperarle o dejarle ir? ¿Se lo debería decir a él? Cuéntamelo en la sección de comentarios y no te olvides de compartir este artículo si crees que puede ayudar a alguien de tu entorno.
Un abrazo,
Silvia
Naty Campos dice
Pienso tal cual vos se lo planteaste, pero me atrevo a decir que la probabilidad de que haga lo q le sugerirte es muy ínfima, ya q ella está justificando su situación . Ojo no estoy haciendo un juicio de valor solo estoy dando una opinión
Macu dice
Totalmente identificada.
Y en eso estoy. En sanarme y en seguir. A mi también me han cerrado la puerta…
….
Macu..
Gracias