Buenos días, Silvia. Llevo un año atrapada en una relación con un casado.
Cuando le conocí, yo también tenía pareja. Yo venía de estar muy desidentificada conmigo misma porque hacía tres meses había estado siendo infiel a esa pareja y ni siquiera me reconocía por las cosas que estaba haciendo. Al conocer a este Manolo, por fin tuve el valor de dejar a mi ex. Dos infidelidades ya eran más que suficientes para dejar de hacer daño.
Este nuevo Manolo, desde el principio me dijo que estaba muy enamorado de mí y que si yo le decía que sí, él lo dejaba todo. En aquel momento yo sentí que necesitaba tiempo para pasar el duelo de mi ruptura y que no podía estar con él.
Después de dos meses, me sentí preparada para empezar algo con él y le escribí para hacérselo saber. Así que estuvimos otra etapa de 5 meses escribiéndonos y llamándonos de vez en cuando porque queríamos estar juntos pero ahora era él el que no se atrevía a dar el paso.
Por fin un día salió de su casa, le dijo a su mujer que estaba enamorado de otra persona y se separó. O eso creía yo. Yo estaba muy enamorada y emocionada, le di su tiempo y espacio para organizarse porque además tiene dos hijos. Le permití muchas cosas porque soy una persona demasiado empática y entendía que tenía una situación complicada que debía regular bien. Total, que la verdad fue que es cierto que él ya no estaba en casa y tenía sus horarios para ver a sus hijos, pero algún día se quedaba en su casa a dormir porque sus hijos estaban muy mal. Pues resulta que algunas de esas veces se acostaba con su mujer.
Me lo confesó hace unas semanas cuando yo, harta de ver que él estaba siempre triste y sentir que tenía dudas de estar conmigo debido a comportamientos distantes y pocas ganas cuando estábamos juntos, le dije que o iba al psicólogo para tratar sus dudas y duelos o de mí se olvidaba. Según salió de la consulta, me lo confesó. Me explicó que necesitaba contármelo porque quería empezar de cero conmigo en una relación sin mentiras y sana. Lo había hecho porque estaba en un bucle de dudas y necesitaba comprobar si sentía algo por ella, pero que fueron experiencias muy malas. Me dijo que tenía clarísimo que me quiere y que quiere construir una nueva vida conmigo.
Después de pensarlo mucho, le creí y lo noté muy distinto conmigo. Mucho más implicado y amoroso.
Duró el sueño una semana. Cuando decidió divorciarse definitivamente y tuvo un problema de abogados, le entraron de nuevo las dudas y me lo hizo saber. No tenía dudas de que él quiere estar a mi lado, pero no se atreve a lanzarse por sus hijos y por sus miedos a no tener una vida estable.
Me rompió por dentro de nuevo y ahí no pude sostener más todo esto.
Llevo dos semanas con contacto cero, cosa que me ha sido realmente complicada porque ha intentado llamarme diciendo que por favor le espere porque no me quiere perder, porque no se imagina su vida sin estar a mi lado y que va a dar el paso. Yo le he hecho saber que se acabó porque quiero estar con una persona libre. Cuando eso cambie, me puede llamar.
Estoy siendo fuerte aunque le echo muchísimo de menos. Pero ahora tengo dudas yo… Y miedo… Si me llama un día y me dice que se divorció, no tengo claro si saldría bien después de todo lo que ha pasado y lo mal que me he sentido.
Lo cierto es que me siento muy bien con mi vida, esa vida que no tiene que ver con él. Ahora tengo la duda de si cerrar por completo la historia y hacerle saber que no estaré ni hoy, ni nunca más con él y ahorrarme dificultades. O si, por el contrario, hacerle saber que si se divorcia, estaría dispuesta a darle otra oportunidad.
Estoy hecha un lío, Silvia. ¿Tú qué crees? ¿Puede salir bien si da el paso finalmente? ¿Cómo podríamos hacer las cosas para que si da el paso, salgan bien?
Muchas gracias.
Un abrazo gigante.
Mari Carmen
A continuación, el audio respondiendo a esta consulta y comentando los temas más importantes que se pueden extraer de ella.
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¡Hasta la próxima!
Marianela dice
Me paso igual! Que bien escuchar esto. Y saber que voy por buen camino.
CAROLINA dice
Yo estoy en una situación parecida, me escribió hace unos días para decirme que había algo por lo que aún no podía divorciarse, no entiendo nada el día anterior había estado en mi casa contento porque ya habían ido al notario, a disolver los bienes gananciales. No sé no me ha vuelto a escribir, le he pedido que me explique y no ha contestado pero después de estos meses me siento engañada y usada.