
Hace unos días estaba hablando con una amiga y después de contarme su último catastrófico amorío, me hizo la siguiente pregunta. «¿por qué siempre elijo a los peores hombres?«
Te cuento mi respuesta un poco más adelante, pero primero quiero puntualizar quiénes son los peores hombres (o las peores mujeres, si cambias el género).
Los peores hombres son los que solamente te quieren para un rato. Recibes sus mensajes a las tantas de la madrugada del sábado, pero apenas sabes de ellos durante la semana. Tienen talento para conquistarte, pero una vez te has acostado con ellos ya no les interesas. Usar y tirar. Capacidad de concentración de un perro.
Los peores hombres son los que no están disponibles emocionalmente. Les hicieron daño. Vivieron una situación complicada emocionalmente. No fueron educados para dar amor. El motivo puede variar, pero el resultado es que no se abren y no te dan nada a nivel emocional. Fríos como un témpano. Ojo con ellos, porque siempre te dejan queriendo más y preguntándote cómo hacerlo para tocarles el corazón. Más verdes que un trébol de cuatro hojas, que es lo que necesitas encontrar para que uno de estos hombres se convierta en tu pareja.
Los peores hombres son los que no están preparados para una relación. Les falta experiencia. Les sobra experiencia. Les encanta la vida de soltero. No quieren complicaciones. Ellos te dirán que no quieren atarse desde el principio, así que escúchales bien y no pienses que vas a poder cambiarlos por tu cara bonita. Huye antes de que sea tarde.
Los peores hombres son los que no invierten tiempo en ti. Un mensaje cada 3 días para mantener el nido calentito y una quedada por semana (si hay suerte). La frecuencia no cambia y te puedes tirar la vida tratando de conocerles. Eso sí, cuando están contigo son un amor. Luego se van y te dejan preguntándote cuándo vas a volver a saber de ellos. Son los hombres Guadiana, que aparecen y desaparecen.
Los peores hombres son los que no hacen esfuerzos para que seas feliz. Están contigo, te escriben, pero no dan nada más. No planean citas románticas. No te dicen ni una palabra bonita. No tienen detalles contigo. Están simplemente por estar. Van a por el aprobado raspadito y no te hacen sentir especial.
Los peores hombres son los que no te dejan ir. Saben que no quieren nada serio contigo, pero están cómodos con el status quo y no quieren que nada cambie. Cuando haces un amago de huir, te retienen con palabrería barata y luego vuelven a las andadas. Te sientes prisionera de alguien que no te está haciendo feliz, pero que sabe seducirte y darte esperanzas para que te quedes.
¿Te suena todo esto? Seguro que sí.
Ahora volvamos a la pregunta original: ¿por qué siempre elijo a los peores hombres?
La pregunta está mal formulada y te voy a contar por qué.
A lo largo de nuestra vida, sentimos atracción hacia muchos tipos de persona e iniciamos algo con quien, además, nos corresponde. Así que, además de «los malos hombres», es muy probable que hayas estado tonteando con «buenos hombres» que te han tratado bien y te han demostrado que tenían buenas intenciones.
La pregunta que deberías estar haciéndote es: ¿por qué me quedo con los peores hombres?
Ese es el quid de la cuestión.
Elegimos a quien nos gusta. Nos quedamos con quien nos hace feliz.
Generalmente, cuando inicias algo con alguien, no sabes si esa persona va en serio, si se enamorará de ti, si solamente está divirtiéndose, etc. Necesitas esas primeras semanas para ver cómo te sientes, qué te dice, cómo te trata. No hay bola mágica que nos diga si una relación saldrá bien o no sin meterse en ella.
El problema viene cuando alguien no está haciendo nada de lo que debería y tú sigues con esa persona hasta que te destroza toda la autoestima (y un poquito más).
Estás con alguien que te gusta, pero no te hace feliz.
La próxima vez que empieces a salir con alguien, pregúntate lo siguiente:
- ¿Me siento bien cuando estoy con él?
- ¿Se esfuerza?
- ¿Invierte su tiempo en mí?
- ¿Me hace sentir especial?
- ¿Me hace feliz?
Si la respuesta a todas estas preguntas es sí, ¡enhorabuena! Estás con alguien con quien vale la pena seguir.
Si la respuesta a alguna de estas preguntas es no (al cabo de un par de meses de salir), ponlo en cuarentena, ten una conversación con él y si no es capaz de moverse hacia la dirección adecuada, invítale a que se marche de tu vida.
Verás como de este modo dejas de tener la sensación de que siempre eliges a los peores hombres y empiezas a darte cuenta que tú tienes mucho más poder del que piensas y puedes decidir con quién te quedas.
Si crees que este artículo puede ayudar a alguien de tu entorno, mándaselo o compártelo en las redes sociales.
Y ahora, dime, ¿le has dado a un «mal hombre» más tiempo del que debías? ¿Qué fue lo que te hizo terminar esa relación?
Un abrazo,
Silvia
¿Tienes dudas amorosas?
Podrías ser la protagonista del próximo artículo del blog.
Hola!!
Qué interesante esta entrada! 🙂
Puede sonar a pregunta tonta pero siento curiosidad por el otro lado de la historia. ¿Qué piensas que pasa con esos hombres que no valen la pena? ¿Se quedan flotando por el espacio sideral por los siglos de los siglos? ¿Acaban comprometiéndose algún día? ¿Serán felices allí donde estén? Oigo que a menudo dices que seas como seas habrá una persona dispuesta a quererte tal como eres. ¿Se aplica también a esos hombres?
Besos!
Creo que pueden pasarles tantas cosas a esos hombres, como diferentes destinos tiene una vida.
Pero si es verdad que alguien dijo a modo de refrán que darán con una persona que les haga sentir lo mismo que “sus víctimas han sentido” .
Quizá esa experiencia les ayude a avanzar.
No sé si lo de responsabilizarnos a nosotras mismas por no querer ver las primeras señales y salir corriendo ….
Se tiene que tener en cuenta, ya que si a eso lo aderezas con la bruma sentimental y la personalidad narcisista de un hombre que sabe que te está destrozando y aún así te sigue utilizando …
Aquí ya no sabía decir donde termina la responsabilidad de uno y empieza la del otro, ya que se supone que es una relación ante todo humana, con personas adultas que no quieren hacer daño, o no?