Recibo demasiados emails en los que subyace la pregunta «¿quién va a querer salir conmigo?».
Me voy a poner seria porque esta es la piedra angular del repertorio de temas que hacen que quiera tirarme de los pelos (porque tirártelos a ti quedaría mal y sería poco profesional).
Me da igual si crees que eres demasiado alta, demasiado vieja, demasiado gorda, demasiado flaca, demasiado exitosa, demasiado pobre, demasiado insegura, demasiado suelta, demasiado centrada en el trabajo o con demasiado carácter.
¿Has visto alguna vez a alguien mucho más [inserta aquí aquello que piensas que te impide encontrar novio] que tú, con pareja?
¡Oh, sorpresa! La respuesta es sí. Llámame vidente si quieres pero, ¿a que he acertado?
¿Por qué? Porque el amor no se mide en centímetros, belleza física, atributos psicológicos o nada de lo que puedas imaginarte. El amor es una conexión entre dos personas que realmente no puede explicarse. Hay mil y una teorías distintas; llámale química, física, conexión espiritual, mental, genética, odorífera, da lo mismo.
Si echas la vista atrás, te darás cuenta que a lo largo de tu vida te han gustado personas muy distintas. Yo misma, a veces, me echo las manos a la cabeza pensando en los personajes con los que estuve cuando era adolescente (y no tan adolescente).
La idea que quiero transmitirte es que seas como seas, vas a conocer a alguien que te quiera por aquello que eres. Ni más, ni menos.
Pero eso no significa que te puedas tumbar a la bartola y dejar la vida pasar, sin poner un poco más de atención en aquello que te hace pensar que nadie te va a querer.
Así que, como tu psicóloga y amiga, voy a darte un plan de 3 pasos que empieza con una reflexión y termina en una acción.
PASO 1: Detectar cuál es la raíz de tu pensamiento
O lo que es lo mismo, ¿de qué pie estás cojeando?
Tienes que preguntarte por qué piensas que nadie va a querer salir contigo.
¿Es una postura negativista? Es decir, ¿te cuesta muy poco ponerte en lo peor y siempre le das vueltas a aquello que te gustaría menos que ocurriera, como para estar preparada por si las moscas? Así la decepción no es tan grande…
¿Tienes miedo a quedarte sola y eso es lo que acabas proyectando? Aunque sepas que tu experiencia te dice que se te puede querer porque ya te han querido antes.
¿Alguien te ha dicho que nadie te va a querer? +100 puntos si esa persona es un ex novio o ex marido despechado que te ha lanzado unas cuantas perlas al ver que le cerrabas la puerta en las narices.
¿No has tenido pareja y eso hace que pienses que nunca la tendrás? Porque está escrito en el firmamento que tú serás soltera de por vida. Las estrellas no mienten. Métete al convento, pero ya (ojo al sarcasmo).
¿Tu autoestima es tan baja que piensas que no vales nada? Y como tú crees que no vales nada, evidentemente nadie va a pensar lo contrario.
Si tu respuesta a cualquiera de estas preguntas es «sí», tenemos un problema y es hora de ponerle solución. Da lo mismo cuál sea la raíz de tu pensamiento negativo, es mentira, no te sirve y vamos a hacer algo para solucionarlo desde ya mismo.
PASO 2: Generar un pensamiento nuevo
Los ingleses tienen una frase a la que me adscribo totalmente: «fake it ‘til you make it», lo cual significa algo como «fíngelo hasta que lo consigas». No confundir con «sé una bruja arrogante».
Se trata de marcarte un objetivo, como por ejemplo «quererme más» o «tener más confianza en mí misma».
Quiero que seas muy honesta contigo y pienses cuál es la cualidad que más te falta ahora mismo y que está relacionada con conseguir pareja. Si no se te ocurre ninguna, elige una de las dos del ejemplo anterior porque son de las más importantes.
Ahora dime, ¿en qué pensaría una persona que tuviera esa cualidad? Por ejemplo, si alguien se quiere mucho a sí mismo, ¿qué crees que piensa cuando se mira al espejo, o cuando le sale algo bien en el trabajo, o cuando alguien le responde de una forma amable?
¿Qué pensamientos tendrá esa misma persona cuando algo le sale mal? ¿Crees que se va a machacar o que va a intentar analizar por qué ha hecho las cosas mal y procurar hacerlo mejor la próxima vez? ¿Cuántos días se tirará esa persona hablando de ello o dándole vueltas?
Crea un personaje que tenga esa cualidad que has decidido e imagínatelo en diferentes situaciones. Es importante que te centres en los pensamientos que va a tener ese personaje.
¿Lo tienes? Bien, ahora puedes pasar al siguiente paso.
PASO 3: Convertirte en tu personaje
Ahora quiero que seas una actriz e interpretes el papel en el que has estado pensando antes, el de la persona que se quiere más, que tiene más seguridad en sí misma o cualquier cosa que te esté faltando en este momento.
Si crees que te va a costar, empieza por realizarlo una hora al día. Solamente eso. Elige una hora y actúa como ese personaje lo haría. Pero no solamente de cara a los demás, sino de cara a ti misma.
Métete en el mundo de sus pensamientos y adóptalos como tuyos. Piensa y actúa como ese personaje lo haría. Ahora es el momento perfecto para mostrar tus dotes de actriz, y si no los tienes, los inventas.
Los pensamientos tienen un gran poder sobre tus sentimientos.
Eso significa que si consigues modificar tus pensamientos, tu forma de sentir va a cambiar y con ello tu forma de percibir los acontecimientos externos.
Y lo que antes te parecía un mundo vacío, gris y sin posibilidades va a convertirse en toda una aventura.
Si una mujer que es actriz, está divorciada, es mayor que su marido y medio negra puede convertirse en la princesa (bueno, duquesa, pero viene a ser lo mismo) de la Gran Bretaña, con lo súper estrictos que son con su monarquía, ¿no crees que tú puedes conseguir una cita con ese chico tan mono del gimnasio/trabajo/tinder? Torres más altas han caído, amiga, pregúntale a Megan Markle.
Haz el ejercicio que te he propuesto y luego cuéntame cómo te has sentido al llevarlo a cabo y qué ha cambiado en tu vida.
Y cuando vuelvas a preguntarte «¿Quién va a querer salir conmigo?» Espero que la respuesta sea «cualquier persona en su sano juicio«.
Deja un comentario a continuación, cuéntame lo que piensas sobre este tema y compártelo en las redes sociales si crees que puede ser útil.
Un abrazo,
Silvia
Lyda del Socorro Hincapié Sánchez dice
Buenas tardes Silvia. Muchas Gracias, muy bueno el artículo, y el ejercicio hay que hacerlo. A veces tenemos pensamientos que nos hacen bajar de ánimo
Saludos y abrazos
Andrea dice
En mi caso al tener una discapacidad visual no es tan sencillo. Siento que hay algo de estigma, aunque seguramente no es así en muchos casos. Tengo que trabajar mucho en mi autoestima y mejorar en habilidades sociales.
Rebeca dice
Muy buen artículo me gustó mucho y dice cosas muy ciertas.
Tania dice
Hola!!!muchas gracias me gusto mucho el articulo te mando un fuerte abrazo.
Núria Alcaina dice
Me ha encantado Silvia, creo que son unos consejos sencillos y muy prácticos, muchas gracias y un fuerte abrazo!! Núria