Estuve 8 meses quedando con un chico. Nos veíamos y hablábamos todas las semanas. Nunca me dijo que no quisiera una relación, pero tampoco que sí. Directamente no hablábamos del tema.
Yo quería algo serio, pero no se lo decía por miedo a que no quisiera lo mismo y se fuera.
Mis amigas no paraban de decirme que saliera de ahí y yo todo el rato me escudaba en que él nunca me había dicho que no quisiera una relación. De un día para otro, dejó de escribirme y ya después de un mes y medio le mandé un mensaje diciéndole que si le pasaba algo conmigo, que no entendía por qué habíamos dejado de hablar y vernos de repente.
Su respuesta fue: “no me pasa nada. Si no es un día, es otro, pero al final siempre se me olvidaba escribirte”. Y ya no volví a saber nada de él.
Por amor propio, no le escribí más, pero lo pasé realmente mal y sobre todo me dolió que no tuviera el valor de decirme que no quería seguir quedando.
Sé que yo tampoco gestioné bien la situación.
Anita
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¡Hasta la próxima!
María dice
¡Cuánta empatía y sensibilidad desprende su respuesta! ¡Es un capullo en toda regla! Espero que ya estés recuperada y que la vida te premie con alguien increíble. Un besito desde Vigo.
Carmen dice
Desde luego que esta historia (desde fuera) se ve muy clara y en nuestro interior todas, al leerla, nos ha salido decir: ¡madre mía qué fuerte! pero la realidad es que creo que la mayoría (incluida yo) hemos pasado por esta situación donde la protagonista no ve o no quiere ver lo que está sucediendo (a pesar de haber visto muchas señales desde el principio) por miedo a que un día cualquiera, esa persona deje de contestar. Y, efectivamente, ahora que conocemos a Silvia, es más fácil gestionar todo esto y no poner el foco en una persona que te trata así sino en ti. Yo tengo que dar las gracias a Silvia, bueno, a mi sobrina de 28 años que me la presentó hace un mes cuando después de contarle en mi sofá de casa y con lágrimas en la cara esta misma historia (o similar), me dijo: “ Tía, te tengo que presentar a Silvia Llop”. Es tan cierto todo lo que cuentas Silvia, que me siento totalmente identificada con cada palabra que dices, porque pensaba que yo sabía gestionar mis propios sentimientos (la verdad es q tengo la suerte de echar muy fácilmente de mi vida todo aquello que me hace daño) hasta que me topé con un tonto del higo que me hizo sentir, en solo tres semanas, sí tres semanas!! una persona distinta y frágil porque me enganché y a día de hoy me sigo preguntando ¿de qué si desde la primera semana ya viste señales de que esta “no relación” tenía fecha fin?. Pero ahora, gracias a ti Silvia, enfoco mis sentimientos de otra manera, con respecto a los tontos del higo.
Evita dice
Yo creo que él pensaba que ella estaba bien con esa situación, pero aún así, le tendría que haber dicho que no quería seguir quedando cuando ella le preguntó. Que no hubieran hablado nada de tener una relación, no tiene nada que ver con que no haya responsabilidad afectiva.