Querida Silvia: me da vergüenza esta consulta, creo que a mi edad no debería estar atascada en algo como lo que voy a contarte, me siento adolescente.
Hace algunos años, conocí a un chico una noche en fiestas y nos conectamos a un nivel tan profundo y de una forma tan especial que nunca he podido olvidarlo. No fue solo la atracción física, es que se creó una conexión personal increíble, a nivel mental y emocional también.
Ese año no pasó nada más porque yo me iba esa mañana en tren (ya tenía el billete), pero quedamos en vernos el próximo año, en las siguientes fiestas, y así ocurrió.
Fue mágico ese reencuentro, pero esa noche se torcieron las cosas entre nosotros por una serie de hechos que trastocaron los acontecimientos. Nos perdimos la pista unas horas y nos reencontramos por la mañana. Estuvimos juntos paseando y disfrutando de nuestra compañía, pero cuando íbamos a dar un paso más le avisaron de una circunstancia familiar que requería su presencia, y tuvo que irse al pueblo de su madre. (Eso era cierto, no fue una excusa y me consta).
Entre él y yo no había más conexiones que unos conocidos a los que les perdí la pista. En aquella época no todos teníamos móvil y no intercambiamos otros datos de contacto. Sé que él se iba a marchar unos meses a trabajar fuera del país. Ninguno de los dos vivíamos en la ciudad en la que nos conocimos.
No he vuelto a saber nunca nada más de él, pero tampoco he conectado con ningún otro, de todos los que vinieron después a mi vida como con él.
Siento que si existe eso que se llama “alma gemela”, él es la mía, pero mi cabeza sabe que no puede ser. No soy capaz de “quitarle el título” que le he adjudicado en mi corazón, por muchos años que hayan pasado.
Ningún otro ha sido jamás el “10” que fue él para mí, aunque haya querido a los diversos novios que he tenido.
Siento que aquel muchacho y yo somos el uno para el otro, y deseo que la vida nos dé una tercera oportunidad, pero sé que es una fantasía. Quiero avanzar. ¿Cómo puedo olvidarlo?
Lur
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¡Hasta la próxima!
Anyi dice
Hola, no sé si será muy común, lo que cuenta Lur me resuena mucho, en mi caso tengo un enganche con un ex que me dejó hace 12 añós. La relación duró ochos meses, para mi fué un sueño y finalizó sin decirme claramente que le pasaba, sólo que no podía seguir, eso solo me dijo.
Me quedé muy dolida, lo que me llevó a superar con firmeza ese «abandono», pero sólo en apariencia, tuve dos parejas posteriores pero nunca me vinculé a nadie más desde aquella ruptura, de hecho sigo manteniendo la esperanza de que algún día nos reencontremos y vuelva a nacer la misma chispa que nació hace tanto tiempo. El sigue solo, y yo también sin que ninguno de un paso. A ver Silvia estos amores que marcan como cruces¡¡ que hacer?
Vanesa dice
Siempre estoy de acuerdo con todo lo que dice Silvia, pero en este caso, al haber pasado TANTOS AÑOS (lo deduzco por lo de los móviles) lo mejor es que investigue dónde está ese chico, quede con él y se estampe con la pared. Amen de hacer ese ejercicio de quitarle el cartel de «alma gemela».
Juliana dice
A mí me pasó igual. Un muchacho que conocí allá por el año 2013, con quien compartimos sólo unos días en un lugar de vacaciones, y me he pegado tal enganche que aún no lo supero. Mi cerebro lo recuerda con frecuencia. Y eso que estoy en pareja, tengo otra vida, todo ordenadito, todo muy lindo y sano.
Me he quedado con el recuerdo de un encuentro que nunca fue, una posible relación que tampoco existió y asegurando que «es el amor de mi vida» (cuando lógicamente y claramente entiendo – con el cerebro – que no lo es. Pero los recuerdos y las emociones, cada tanto, me juegan malas pasadas).
¿Qué hacer al respecto? ¿Qué hacer si sentimos que con nadie más hemos tenido esa conexión así de profunda? ¿Es un engaño? Gracias.