Hola Silvia, me viene genial escuchar tus episodios, gracias por tu trabajo.
Aquí va mi historia: vengo de una larga trayectoria de dependencia emocional, de darle el mando de mi autoestima a los hombres, de meterme en relaciones tóxicas en las que yo no marcaba mis estándares ni me valoraba. Llevo en terapia de forma discontinua desde hace años.
Hace 3 años, cansada de mis historias fallidas con los hombres y de sufrir, decidí ser madre soltera. Quería tener hijos y decidí no depender de tener pareja o no. El proceso está siendo más largo, intenso y complicado de lo que me imaginaba. Tuve 4 intentos de inseminación artificial negativos (pandemia de por medio). Después, pasé a lista de espera para in vitro.
Perdí mi trabajo, me llamaron de la lista de espera porque ya me tocaba, les pedí posponerlo hasta que encontrara trabajo porque sentía mucha incertidumbre. Encontré trabajo y resultó ser una auténtica pesadilla. Intenté aguantar, sufría mucho y al final no me renovaron el periodo de prueba, pero en medio de esto, cuando llevaba apenas 2 semanas en el trabajo nuevo, me llamaron por segunda vez de la lista de espera de la in vitro, y aunque el momento seguía sin ser bueno, porque yo lo estaba pasando francamente mal, decidí seguir adelante para “no perder” la oportunidad, así que mi vida se complicó todavía más, porque el proceso es duro (mucha medicación, muchas visitas al hospital, con las faltas al trabajo correspondientes…). No sé ni como pude con todo.
Mientras tanto, de vez en cuando me metía en Tinder y de repente encontré a un chico maravilloso, alguien que por primera vez en mucho tiempo cumplía mis estándares, con el que yo no tenía que esforzarme para que la cosa funcionara, sino ser yo misma simplemente. Empezamos una relación sana, equilibrada, bonita y estupenda. El problema era encajarla con mis tiempos de la in vitro. Justo 4 días antes de conocerle, me habían extraído los óvulos y los habían fecundado. Tenía que esperar un par de meses antes de que me transfirieran los embriones para que mi cuerpo se recuperara y a mí me venían genial esos dos meses para descansar y dedicarme a conocer a este chico y disfrutar de la relación que estábamos comenzando.
Todo iba tan fluido, tan rápido y tan genial, que fui sincera con él y a las 3 semanas le conté mi proceso de ser madre. Le expresé mis dudas, ya que yo no quería dejar el proceso por alguien a quien acababa de conocer, pero por otro lado, el cuerpo me pedía un poco más de tiempo para seguir conociéndole y ver qué pasaba. Él me dijo que la decisión era mía y que no quería influir, pero que me iba a apoyar decidiera lo que decidiese. Si decidía seguir adelante, él iba a seguir a mi lado y si por lo que sea, decidía dejarlo, él se veía teniendo hijos conmigo.
La relación fue avanzando, conocimos a nuestras familias, amigos, hablábamos de vivir juntos… Pero después de 4 meses, a él le empezó a agobiar el hecho de estar influyendo en mi decisión de ser madre, ya que yo estaba posponiendo el tratamiento. Me dijo que se estaba sintiendo mal porque según lo que me había dicho, me estaba “garantizando” que si yo no seguía con la in vitro, podríamos tener hijos juntos y él ahora no estaba viendo tan claro si quería ser padre. Le agobiaba mucho que yo tomara una decisión influida por nuestra relación (que obviamente claro que me influía) y que yo perdiera mi oportunidad de ser madre. No podía con esa carga y llegó a la conclusión de que por mucho que me quisiera y por muy bien que estuviera conmigo, la única solución racional según él, era dejarlo porque no podíamos huir hacia delante.
Me he quedado hecha polvo, no comparto su decisión. Yo quería que como pareja y equipo, intentáramos solucionarlo, pero él ha decidido ser superfrío al respecto (conmigo era atento y supercariñoso) y sigo un poco en shock. Sé que debo aceptar su decisión y no pensar en hacerle cambiar de opinión y que lo mejor será el contacto cero, pero creo que no le estoy dando a mi cerebro las órdenes adecuadas porque no consigo hallar paz mental.
¿Cómo puedo dirigir mi cerebro hacia la aceptación? ¿Cómo hay que hacer un duelo correctamente?
Perdona que me haya extendido, es que estoy hecha polvo. Aparte de haber perdido a mi pareja, estoy sin trabajo y el tema de seguir con la in vitro sin trabajo me vuelve a generar mucha incertidumbre.
E.
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¡Hasta la próxima!
LAURA dice
Muy buenas reflexiones, Silvia. Muy útiles para muchas situaciones. A veces dejamos de hacer lo que de verdad queremos por agradar a los demás. Y luego está toda esa presión social por la maternidad, que es bastante complicado de gestionar a veces.
Maria Elena Hernandez dice
Yo pienso que es mejor continuar sola si la persona con la que estás no te apoya en una decisión tan importante. ¿Qué debió ser honesto? es posible pero no pasó así. Duele si, pero poco a poco sanarás. Te abrazo.
Mercedes dice
Por si le sirve de ayuda a “E”, conozco una chica que conoció a su pareja mientras estaba en el proceso de la invitro y no solo la apoyó si no que quiere a los niños como suyos.
Concha dice
Hola E. Si te sirve de consuelo yo pase por lo mismo y ahora tengo un hijo maravilloso🙂. Eso si sigo soltera pero mi vida ha cambiado a mejor, y aunque mi hijo no ha venido al mundo para solucionar mis problemas, ahora tengo muy claro que cualquiera no me vale 😌