Hola Silvia, ya te escribí sobre un ex que tuve el año pasado y su posible vuelta y que aún no ha desaparecido de mi mente.
No obstante, en las últimas semanas, justo antes de quitarme de Tinder, conocí a un chico nuevo y ahora llevamos un mes juntos. Te escribo porque, para variar, ni siquiera esta relación es totalmente fácil.
Él tiene 40 años (yo 43), separado desde hace unos años con una hija de 12. Tanto él, como su hija, tienen una relación conflictiva con su ex mujer, que él define como psicópata y narcisista.
Por lo que cuenta, ha tenido años de relación muy complicada, al punto que después del divorcio, decidió darse un tiempo de soltería únicamente dedicándose a reflexionar, a su hija y su trabajo. Han pasado un par de años y se animó a apuntarse a Tinder y enseguida nos conocimos.
En cuanto empezamos a hablar bastante, él se dio de baja y yo también. Empezó una correspondencia muy bonita, había mucha conexión. Los ratos que pasamos juntos son muy bonitos, hablamos cada día, pero su hija vive con él y es súper complicado tener tiempo y casa libre para quedar.
La cuestión es que él quiere ir súper lento, se le ve bastante desconfiado en las relaciones y tiene muchas inseguridades, las cuales se convierten a menudo en actitudes celosas y es como que da un pasito adelante y otro atrás. La mayoría de las veces, le busco yo primero y él me contesta enseguida. Otras veces, me busca él, yo contesto y luego me deja ahí pendiente horas. Habla de irnos un finde fuera y al día siguiente, no pierde ocasión para recordarme que hay que ir despacio (yo no he hecho, ni dicho nada para correr).
Entiendo su situación complicada, pero quiero una relación equilibrada, sin yo arrastrar a nadie. Me va bien ir despacio pero mi duda es: ¿qué actitud debo tener? Las veces que me he alejado un poco para darle el espacio de acción, no buscándole, él ha estado incluso 2/3 días sin llamarme o escribirme. Entonces le busqué yo y él estaba súper feliz de oír de mí y pasamos un día maravilloso. Es como que quiere su espacio, pero si se lo dejo demasiado, en lugar de ponerse más las pilas, es como que se piensa que ya no me interesa tanto y se pone ahí esperando a ver si vuelvo.
Sé que le gusto mucho, pero su «indecisión», su actitud vacilante a la hora de escribir o llamar o decir para quedar, me desorienta.
Mi intuición me dice que es un tío muy inseguro y que no se quiere soltar para no perder su equilibrio emocional, como ya le ocurrió, y que es sincero conmigo, pero ¿yo qué hago Silvia? Me gusta y quiero encontrar la manera de que esa relación funcione, aunque con sus tiempos.
¡Gracias, de verdad!
Camelia
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¡Hasta la próxima!
Rebeca dice
Corre corazón
Simona Gennaro dice
Hola Silvia! Gracias, siempre es muy emocionante escucharte contar mi historia! Pues al cabo de dos meses la cosa seguía igual de inestable así que decidí dejarlo ir, le seguí el rollo en uno de sus silencios. Me volvió a buscar al cabo de una semana y se enteró de que ya era tarde. Mi tono de voz, mi frialdad hablaron por mi. Después de un par de días se despidió con un mensaje deseándome un feliz verano!!! Pues adiós Manolo, tengo clarísimo que tíos como tú….. a tomar viento!
Un besito
Camelia
Noelia Carretero dice
Jo me ha encantado, de los episodios que más me han ayudado, gracias Silvia
Marta dice
Yo estuve en una relación más o menos parecida pero mucho más cruel. Me llamaba cada tres o cuatro días, casi siempre de noche y a solas, jamás me reconoció como algo serio ni me cogió de la mano por la calle, hecho que mermó gravemente mi autoestima. Sin embargo, no dejaba que se me acercaran otras personas. Era de esos tíos que sabían de antemano que la cobardía iba a ganarles la batalla, un perverso narcisista en toda regla. Nada ni nadie justifica que te hagan daño, si no te completa dile adiós para siempre, jamás va a conseguir hacerte feliz.