He estado un año en una relación de dependencia con una persona narcisista, de la que he salido muy dañada.
Él estaba casado y era compañero de trabajo.
Al comienzo, todo fue muy bien, estaba muy pendiente de mí, hablábamos todos los días, era cariñoso, atento, se preocupaba mucho, etc. Poco a poco, fue siendo más celoso y posesivo.
Me llegó a decir que iba a dejar su vida y que lo dejaría todo por mí. Ya te puedes imaginar cómo acabó eso. Siendo mentira, negando que lo había dicho y yo sintiéndome como una auténtica mierda.
Encima, poco a poco fue ganando terreno, empezó a decirme que se sentía muy mal por su familia, que no podía dar más, que mejor una relación de amistad, que no podía mantener una relación estable porque eso no estaba permitido en su matrimonio, en cambio una relación esporádica, sí. A todo esto, él quería saber si yo conocía a alguien o mantenía relación con alguien. Yo fui cogiendo miguitas, cada vez menos. Hasta que un día que me habló muy mal, decidí parar.
Llevo un mes en contacto cero. ¿Cómo hago para seguir? Tengo muchas dudas, ganas de hablar con él, lo echo de menos, pero sé que no es mi sitio. ¡Qué duro es esto, joder!
¡Gracias Silvia!
Maria
A continuación, el audio respondiendo a esta consulta y comentando los temas más importantes que se pueden extraer de ella.
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¡Hasta la próxima!
He estado cinco años con una persona casada y efectivamente se genera una adicción de la que es muy complicado salir.
Lo primero que te recomendaría es que no busques respuestas afuera ni te preocupes por lo que digan los demás. Alguien que no haya atravesado esta situación no puede comprenderte y es algo que tienes que resolver tú sola. Todo el mundo sabe que es malo fumar y sigue fumando. No serás capaz de desengancharte hasta que realmente hagas un clic por ti misma.
Es normal que le eches de menos y que sientas deseos de volver a hablarle. No pasa nada, no te obsesiones con el contacto cero. A mí lo que me ayudó es darme el tiempo de sentir lo que me había hecho sentir esa persona. Seguro que habéis tenido momentos mágicos pero seguro también que te has sentido sola, pequeña, abandonada, no elegida. Seguro que te has roto el cerebro con las comparaciones, las mentiras, las cosas no dichas, las contradicciones. Yo lo escribía todo y lo repasaba y así llegué a la conclusión de que realmente no tenía sentido perseguir algo que era imposible y que había miles de señales que lo demostraban. Era yo quien no quería aceptarlo. Prueba a mirar al otro con compasión y a enfocarte en lo que tú puedes hacer por salvarte a ti misma.
Han pasado dos años desde entonces. Le doy las gracias a esa relación y a lo que me ha enseñado. Siempre mantendremos un vinculo especial. Estoy con otra persona y enamorada y me parece mentira que ya no esté en mi cabeza ni en mi corazón y que podamos hablar sin ninguna tensión.
Lo mismo te deseo.