Conocí al susodicho durante la pandemia. En aquel momento, él estaba emocionalmente afectado por su reciente ruptura con su ex, de quien seguía enamorado. Aunque nuestra conexión era evidente, él no estaba preparado para vincularse y nuestra relación no avanzó más allá de la amistad.
Con el tiempo, nos convertimos en buenos amigos. Durante mi relación de pareja (que terminó hace un mes), seguimos en contacto y nunca pasó nada entre nosotros. Sin embargo, siempre hubo una atracción mutua latente que ambos intuíamos, pero no exploramos por respeto a nuestras circunstancias.
Tras mi ruptura, el susodicho y yo comenzamos a acercarnos de manera más íntima. Compartimos momentos significativos, tanto físicos como emocionales, y él se mostró atento y cariñoso cuando estábamos juntos. Esta conexión me llevó a pensar que quizá había posibilidad de algo más que amistad.
Sin embargo, después de esos encuentros, el susodicho empezó a tomar distancia. Me dijo que no se trataba de mí, sino que tenía que ver con un proceso personal que está viviendo: la mudanza a nuestra ciudad y el cambio profesional hacia ser autónomo, y otras cuestiones internas que le generan estrés. Su actitud es ambigua y deja mucho espacio para la incertidumbre.
He notado que esta dinámica me afecta emocionalmente. Me frustra que cuando estamos juntos parece muy conectado, pero cuando no lo estamos, su comunicación es inconsistente y distante. A pesar de lo que compartimos, siento que él evita vincularse de manera segura y prefiere mantenerse a cierta distancia emocional.
Reflexionando, me doy cuenta de que lo he idealizado mucho. En mi mente, él representaba alguien con quien tenía una conexión especial y compartía valores, pero sus acciones no siempre corresponden con esa imagen. Me cuesta romper con esta idea porque hemos compartido tanto a lo largo de los años y porque, en muchos momentos, realmente parecía que había algo más.
Sara
¿Qué te ha parecido este episodio? ¿Quieres comentarle algo a nuestra protagonista de hoy? En la sección de comentarios, puedes darnos tu opinión y tus consejos.
Si quieres ser protagonista de un nuevo episodio de PsicoAmor, haz clic aquí para formular tu consulta.
Tenemos un maravilloso grupo de Telegram para suscriptoras y puedes unirte desde aquí.
Esto es todo por hoy.
Nos vemos cada martes a las 7h con un nuevo episodio de PsicoAmor.
¡Hasta la próxima!
Decir que estoy pasando por una situación muy parecida y que me ata costando la vida olvidarme de esta persona por qué el tiempo q estuvimos juntos fue maravilloso y de la noche a la mañana me dejó diciéndome x WhatsApp q se había dado cuenta q lo q sentía x mí era cariño no amor… es muy largo de contar , estoy ya en mi duelo 7 meses y es muy difícil y volver a confiar en nadie . De ser el hombre d Eli vida a ser un desconocido y contacto 0.
Hola Maricarmenes. Soy Sara.
Añadiendo a lo que te conté, la relación se había mantenido a distancia: él en Madrid y yo en mi ciudad. La comunicación, sobre todo por WhatsApp, se volvió muy superficial y yo sentía que era quien tiraba del carro constantemente, aunque a veces él hacía algún pequeño esfuerzo para mantenerme de alguna manera “en el banquillo”.
Durante este tiempo, él seguía en su línea de frialdad, manteniendo una actitud bastante distante a pesar de que cuando nos veíamos parecía más cercano.
Recientemente me fui de vacaciones con mis amigas, y la semana anterior a irme ya empecé a notarme más “plana” emocionalmente respecto a él; ya no me salía estar tan encima, como si me hubiera ido apagando poco a poco.
Durante mis vacaciones, me escribió un mensaje diciendo que sentía que “se estaba enfriando la cosa” y que no se sentía del todo cómodo, proponiéndome que habláramos cuando yo quisiera.
Finalmente, le respondí explicándole que ya le había comentado anteriormente que no me sentía del todo atendida en la relación, y que eso me había llevado a enfriarme. Le dije también que ahora mismo estaba centrada en disfrutar de mis vacaciones y en mí misma, y que si cuando él viniera a la ciudad le apetecía hablar, podríamos hacerlo.
Desde entonces, no hemos vuelto a hablar más.
Ahora siento que me he liberado de esa dinámica que me desgastaba y que solo me apetece estar conmigo, centrarme en mí y en mi bienestar.