¡Hola, Silvia! Gracias por estar ahí y ayudarnos tanto.
Me gustaría comentarte mi situación y ojalá tu respuesta me sirviera para ver la luz.
Hace casi dos años, contactó conmigo un viejo amor de juventud y del que estuve enamorada años. Se acababa de separar y se había acordado de mí. Por aquel entonces, yo tenía pareja y no le di espacio en mi vida, pero meses después lo dejé con mi pareja y le escribí. Me contestó educadamente, pero percibí lejanía. Posteriormente, me enteré de que ya tenía pareja.
Pero a los meses, empezó a dar señales por Instagram, comentarme fotos, a decirme que le apetecía mucho tomar algo conmigo… Le pregunté por su novia y me dijo que no les iba bien, que ella y la relación eran muy complicadas. (Ambos tienen hijos y ella tiene una vida complicada).
Así que de vez en cuando, enseñaba la patita y yo empecé a hacerle de amiga y terapeuta.
Se dejaron y llegamos a quedar, él estaba destrozado. Volvieron y yo le dije que hiciera su vida y que me dejara hacer la mía, que él no me era indiferente.
Hace un mes, me escribió para decirme que tenía claro que su sitio era a mi lado. Que no tenía sentido estar con alguien y no quitarme a mí de su cabeza. Que le diera tiempo para hacer las cosas bien, pero que quería estar conmigo.
La dejó, pero no sé qué pasó, que a pesar de empezar a quedar conmigo, no se la quitaba de la cabeza, lloraba, me decía que no sabía qué quería… Entre su familia y yo lo convencimos para ir a terapia porque estaba muy mal y por fin accedió.
Un día, nos liamos y seguía hablándome de ella. Me planté y le dije que no podía ser. Que yo no podía seguir ahí. Que necesitaba aclararse y que para eso era mejor que yo me alejara. Lloró y lo asumió diciéndome que a lo mejor el día que volviera yo ya no estaría ahí.
A la semana, me comentó algo por Instagram y me hice la ilusión de que seguía ahí. Pero cuál fue mi sorpresa cuando ese mismo día lo vi en Tinder. No lo pensé, hice pantallazo y se lo envié. Se volvió loco: “ya te dije que no sabía qué hacer, perdona si te molestó, ya lo quité, pensé que quedar con alguien sin ningún tipo de relación me ayudaría, pero aún me hacía sentir peor”… No le contesté y me enfadé muchísimo.
A la semana, me escribió preguntando si era posible quedar una vez más para hablar o si ya le había puesto la cruz, que no quería quedar conmigo así. Fui tonta y le respondí que estaba de viaje, que si quería a la vuelta nos veíamos. Me dijo que por favor.
La cita con el psiquiatra o psicólogo se supone que la tuvo a continuación de esto.
Hace una semana de su mensaje y no sé nada de él. Creo que hice lo que tenía que hacer, pero me siento fatal.
Ojalá puedas ayudarme.
Laly
¿Qué te ha parecido este episodio? ¿Quieres comentarle algo a nuestra protagonista de hoy? En la sección de comentarios, puedes darnos tu opinión y tus consejos.
Si quieres ser protagonista de un nuevo episodio de PsicoAmor, haz clic aquí para formular tu consulta.
Tenemos un maravilloso grupo de Telegram para suscriptoras y puedes unirte desde aquí.
Esto es todo por hoy.
Nos vemos cada martes a las 7 de la mañana con un nuevo episodio de PsicoAmor.
¡Hasta la próxima!
Adish dice
Hola!! Me paso algo parecido, mi aprendizaje es que hay que hacer caso a las primeras señales y no alargar este tipo de historias.. yo me sentia super especial, pero ahora soy consciente que fui su apoyo en el duelo de su ex, ahora el ha conocido a alguien, al poco de terminar nuestra historia.., se vuelve a repetir la dinamica de no afrontar su duelo