Lo dejamos y no entiendo su actitud

Empecé a conocer a un hombre que me atraía mucho y parece que yo a él también porque íbamos proponiendo citas. A la que nos acostamos, ya empezaron las «desapariciones». Estuve 3 días sin saber nada de él. Le escribí para quedar y me dio excusas, hasta que al cabo de una semana, me propuso una cena donde me dijo que yo le caía bien y le gustaba, pero que no quería pareja, que no me quería hacer daño. Mi estómago se encogió, pero me gustaba tanto que lo obvié y le hice ver que yo quería lo mismo que él.

Empecé una no-relación de manual (y no era la primera).

Había pocos planes, todo a última hora, la comunicación era confusa por su parte. Nunca tenía claro si él quería quedar o no, era yo la que acababa concretando las citas. Varias veces me dijo que no quería dormir conmigo, pasamos meses sin dormir juntos, incluso alguna vez me había puesto cara de desprecio ante mi propuesta de pasar la noche juntos. Teníamos sexo por la mañana, yo me despertaba pronto e iba a su casa a «despertarle» a él y también en siestas eróticas. Alguna vez incluso me dijo que si yo quería, podía tener sexo con otros hombres, que a él no le importaba (cosa que me sentó fatal y que me callé).

Las citas para comer/cenar, hacer visitas culturales y los viajes eran fantásticos y lo pasábamos bien, pero el día a día para mí era un auténtico sufrimiento. En varias ocasiones, le pedí mejor comunicación, más tiempo de calidad juntos y su reacción era que a él ya le iba bien como estaban las cosas, que si no me gustaba que pasara de él. En muchas ocasiones acabé perdiendo los estribos con la consiguiente culpabilización por mi parte y pidiéndole perdón. Él nunca admitió que pudiera equivocarse en algo y la mayoría de veces invalidaba mis emociones.

Total que la cosa acabó en que lo dejamos. Y mi sorpresa fue que en el momento de dejarlo, sin ni siquiera levantarse de la mesa, empezó a comportarse como el ser más cariñoso del mundo, empezó a priorizarme, a dar importancia a lo que habíamos vivido juntos, que a partir de ahora yo sería una amiga muy especial para él. Me quedé en shock y le dije que ni hablar, que yo no podía pasar de una relación (para mí lo era) a una amistad de esta manera. Pero él hizo caso omiso a mis palabras y siguió haciendo propuestas y comunicándose hasta que le pedí el contacto 0. Se enfadó muchísimo, de hecho al principio no quería, me costó convencerle.

Estuvimos un par de meses así, pero al coincidir con él por el pueblo y al tener amigos en común, tuve una conversación para «normalizar» nuestra relación hacia algo cordial. Me dijo que sí, pero la realidad es que ahora mismo me hace el vacío, me ignora y me evita de forma evidente.

Hay dos cosas que me duelen especialmente y no sé por qué: su actitud de «superamigo» al acabar la relación y que ahora me evite de esta manera, no sé qué hacer para que no me duela y poder cerrar la historia.

Gracias.

Carme

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