Desde abril del corriente año, empecé a hablar con un compañero de mi carrera. No nos conocíamos en persona, puesto que estamos en primer año y, a causa de la pandemia, nuestra comunicación era meramente virtual.
Poco a poco, comenzamos a hablar cada tanto para luego hacerlo todos los días.
Yo di el primer paso al decirle que me gustaba, a lo que él correspondió inmediatamente. A los días, decidimos que íbamos a tomarlo ligeramente y que iríamos despacio. Nos resultaba un tanto comprometedor el involucrarnos al ser compañeros y ser parte del mismo grupo de amigos. De repente, resultaba peligroso si algo malo llegara a pasar y por nosotros se distorsionara nuestro grupo de amigos.
Cabe destacar que en noviembre del anterior año, terminé por fin una muy mala relación, tóxica, denigrante y muy tediosa de sobrellevar. Una relación con celos, inseguridades, violencia psicológica y falta de privacidad.
La persona con la que salgo, tiene un par de años más que yo y sufrió de incontables infidelidades por quien fue su única novia y lo fue durante 4 años. De allí nuestra gran empatía y compresión entre nosotros.
En nuestro avance lento y seguro, acordamos no tener relaciones sexuales para evitar que todo se convirtiera en algo “casual” (encuentros sexuales sin intención de formalizar en una pareja). Este acuerdo, tenía una fecha límite y luego de la misma, 1 de enero del 2021, decidiríamos si formalizar la relación (que es lo que él quería inmediatamente) y podríamos mantener relaciones sexuales.
Hace apenas dos días, nos encontramos. Yo estaba sola y me sentía bastante mal. Hablamos por videollamada y muy amablemente me dijo que no quería verme mal y que le encantaría acompañarme y así fue.
A la hora de irnos a dormir, teníamos dos camas en la habitación pero usamos una para poder ver una película en su computadora.
En conclusión, terminamos por tener sexo. Lo disfruté bastante sexualmente, pero emocionalmente me siento muy estúpida e incapaz de cumplir mi palabra y a él también lo veo incapaz de cumplir con la suya.
Mi gran problema es que hace 6 meses que nos conocemos y no me sorprende el haberlo hecho, pero considero que es muy importante el hecho de no haber cumplido con nuestro trato y más aún siento que no puedo tomarlo seriamente y que debería hacerlo porque no merecemos volver a entablar una mala relación donde ninguno puede comprometerse.
Por su parte, dijo sentirse mal por haber roto nuestro trato y se siente culpable por el hecho de pensar que yo no lo disfruté, que me arrepiento o que lo veo como un “falocéntrico”.
De repente, siento que no lo lograremos, pero pienso en que me tomé las molestias de escribir todo esto, de explicarle como me sentía, de ser honesta y creo fuertemente en que algo podemos hacer para que funcione sin tener que cambiarnos mutuamente y sin tener que forzar nuestra relación.
Andy
Hola Andy, primeramente, te pido disculpas por recortar tu consulta. He dejado las partes que nos ayudan a entender mejor esta situación, para no extendernos demasiado con el relato.
Me parece una consulta maravillosa para poder hablar de algo realmente importante. Algo que tardé un tiempo en aprender y que me dio mucha rabia porque sentí que había estado haciendo el canelo durante bastante tiempo.
Déjame que te lo cuente.
Yo no me instruí en todo este mundo del amor a través de libros o clases de universidad. Cursé mi carrera, mi máster, mi postgrado, pero paré de estudiar cuando me di cuenta de que nada de eso me iba a dar la seguridad que estaba buscando. Yo lo que necesitaba era experiencia.
Y entonces, experimenté.
Estuve 3 años soltera (en contra de mi voluntad) y fui mi propio conejillo de indias.
Marqué reglas. Muchas. No tener sexo en 5 citas. No contestar los mensajes inmediatamente. No iniciar conversación. Iniciar conversación. No decir de quedar otra vez, aunque me apeteciera. Decirlo, aunque no me apeteciera tanto. Poner más fotos en Tinder. Poner menos. No quedar con alguien sin haber hablado por teléfono. Cambiar mi biografía mil y una veces. Iniciar conversaciones con la palabra “aguacate”, a ver qué pasaba. (Te sorprenderá saber que la mayoría de chicos contestaban y entraban en el juego).
¿Ves por dónde voy, verdad? Intentaba encontrar la fórmula perfecta para conseguir pareja. Para descartar a los tontos del higo. Para que los hombres no me vieran solo como un cacho de carne con patas. Para conseguir más citas.
¿Quieres saber lo que aprendí?
Que la fórmula perfecta no existe.
Ya lo sé, es una pena, Andy.
Mi experiencia me ha enseñado que un polvo de una noche, se puede convertir en una relación y 10 citas sin sexo, pueden terminar llevándote a una relación casual.
Cuantas más normas intentes marcar en tu búsqueda del amor, menos probabilidades tendrás de encontrar pareja porque más difícil será que todo fluya.
Lo importante es sentirte bien contigo misma, tener claros tus estándares, abrir los ojos a las banderas rojas y disfrutar del trayecto.
¿Por qué te cuento todo esto? Creo que ya lo sabes.
Has intentado poner una fecha al amor. Has pensado que lo que hace que una relación sea casual, es el hecho de tener sexo.
Pero eso no es así. Una relación casual se basa en que, al menos uno de los componentes, no quiera formalizar. Punto.
Este chico te dijo que quería formalizar la relación desde que las cosas empezaron a fluir y lo que hiciste tú fue decir: “espera Manolo, vamos ser abstemios para que esto no se convierta en algo casual y ya para 2021 follamos y nos hacemos novios”.
Mujer, ¡este chico ya quería ser tu novio!
Evidentemente, como os gustáis y tenéis confianza, un día, la pasión os pilló sin confesar e incumplisteis vuestro absurdo contrato. Y ahora ambos os sentís culpables por haber tenido una velada estupenda y haber hecho lo que vuestro cuerpo hacía tiempo que os pedía. Tocaros. Sentiros. Descubriros.
Amiga, tienes a un chico coladito por ti, que quiere ser tu novio y que estaba dispuesto a no tener sexo contigo hasta 2021 (creo que me escribiste esta consulta a principios de septiembre). ¿En serio vas a comerte la cabeza por haber tenido buen sexo con alguien que te adora?
La impresión que me ha dado tu relato es que ambos venís de relaciones en las que habéis sufrido y eso ha hecho que queráis firmar un contrato tan estricto que ha acabado redundando en contra de la propia relación. El remedio acaba siendo peor que la enfermedad.
Terminas tu consulta diciendo lo siguiente:
Creo fuertemente en que algo podemos hacer para que funcione sin tener que cambiarnos mutuamente y sin tener que forzar nuestra relación.
¡Yo también lo creo, Andy!
Tira el libro de normas por la ventana y empieza a disfrutar de tu relación.
El ritmo, evidentemente, lo marcas tú (y él), pero no le pongas diques al mar y deja que todo fluya de forma natural.
Ya nos contarás.
Un abrazo,
Silvia
Diana dice
Yo entiendo el miedo de los dos a que salga mal la relación, pero creo que es algo positivo lo que a ocurrido y que tiene que seguir avanzando. No veo ningún problema.
Pilar dice
Andy, deja que fluya… Las normas también se hacen para romperlas y vosotros tuvisteis la ocasión y las ganas, bajo mi punto de vista ES GENIAL!!! Felicidades y a disfrutarlo.