La cualidad más importante que debería tener tu próxima pareja

“Quiero encontrar un compañero de vida,  atractivo, inteligente, fiel, educado, seguro de sí mismo, que le guste viajar, compartir alegrías, tristezas, proyectos, salidas, que tenga muy buen carácter, que sea divertido, creativo, cariñoso, que tenga metas y aspiraciones“.

Eso es lo que me dijo una clienta el otro día y es probable que no te estés echando las manos a la cabeza porque si te preguntara a ti, la lista no sería muy diferente.

Tenemos tendencia a ir añadiendo más ítems a nuestra lista de “la pareja ideal” conforme pasa el tiempo.

¿Tu ex no era detallista? Pues nada, te marcas un Escarlata O’hara: “a Dios pongo por testigo que mi próximo novio va a mandarme rosas cada 20 de mayo”.

¿El chico con el que te liaste, pero que nunca quiso ser tu novio te hacía temblar cada vez que te rozaba? Tu próxima pareja tiene que provocarte tsunamis pélvicos.

Y eso se acaba convirtiendo en la lista de la compra.

En realidad, nuestra experiencia debería llevarnos a tachar cualidades, no a añadir más.

Me explico: cada vez que tienes una nueva relación, te das más cuenta de aquello que es esencial para ti, de lo que hace que te sientas bien y que la relación funcione. También te das cuenta de lo que es un bonus, aquello que te gusta ver en la otra persona, pero que no sustenta la relación.

Que tu marido contrate a una orquestra sinfónica para sorprenderte en el día de la madre es un bonus: ser romántico.

Que tu marido se encargue de todo y esté a tu lado mientras sufres la pérdida de un ser querido, es algo esencial: ser de confianza.

Que tu novio sea el mejor sexo que has tenido en tu vida, no es una característica imprescindible para tener una buena relación, es un bonus: ser bueno en la cama.

Que tu novio sepa pedir perdón cuando se equivoca, en lugar de girar la tortilla y culparte a ti de todo, es esencial: ser empático.

Que organice viajes de vez en cuando es un bonus: ser aventurero, activo.

Que intente conocer cuáles son tus prioridades en la vida es esencial: ser atento.

Que vaya al gimnasio para estar en forma para ti es un bonus: ser deportista, saludable.

Que tenga claro que tú eres la única persona para él es esencial: ser fiel.

Que utilice una parte de su dinero para invitarte a cenar o comprarte cosas es un bonus: ser generoso.

Que te trate bien y te demuestre que le importas es esencial: ser buena persona.

Hay características, como las que te acabo de contar que son más universales, pero hay otras que son específicas para cada persona.

Por ejemplo, si yo soy muy cabezona y no me bajo del burro ni a la de tres, voy a necesitar que mi pareja sea alguien más flexible, que no le cueste mucho revertir este tipo de situaciones y salir del conflicto, en lugar de instigarlo más y que se acabe convirtiendo en pelea.

Si sé que tengo cambios de humor bastante fuertes, mi pareja no debería ser una persona extremadamente sensible porque eso le acabará afectando y haciéndole daño, lo cual pondrá en riesgo la relación.

Debes aprender a distinguir entra esas características que son esenciales y las que son bonus.

En lugar de hacer una larga lista de la compra con lo que quieres, redúcela a lo que realmente necesitas, a lo que es imprescindible para ti.

Si yo tuviera que reducir esa lista a la mínima expresión y nombrarte la cualidad más importante que debería tener tu próxima pareja, aquella esencial y sin la cual no deberías estar iniciando una relación, aquí la tienes:

Que quiera estar contigo y te lo demuestre día a día.

Si acabas de indignarte y pensar “¡eso ya es algo que doy por hecho!”, dale una vuelta más al asunto.

Nos pasamos la vida poniendo en un pedestal cualidades como la atracción sexual, la inteligencia, la química, la determinación, la seguridad en uno mismo, etc.

Nada de esto va a predecir una buena relación. Ni si quiera va a predecir una relación. Lo que sí marca la diferencia es que la otra persona esté por ti, que busque tiempo para pasarlo contigo, que te llame exactamente cuando dijo que lo haría, que esté contigo en los momentos difíciles y que tenga ganas de construir un futuro contigo.

¿Alguna vez has deseado con todas tus fuerzas tener una relación con alguien por todas sus buenas cualidades, porque era todo aquello que siempre habías soñado, porque te flaqueaban las piernas cuando lo veías, pero te olvidaste totalmente de valorar su disposición?

¿Alguna vez pusiste tu energía en alguien que estaba liándose con otras, que te dijo desde el principio que no estaba preparado para una relación, que te llamaba solo cuando le interesaba y no sabías nada de él en días?

Ahora te estás dando cuenta que quizás no hayas valorado siempre lo que realmente importa y te hayas dejado guiar por otros factores, ¿verdad?

Deja de poner todo el peso en cómo te sientes tú y pon en relieve lo que siente él, lo cual se hará evidente en su forma de actuar.

Cuando inicies una relación, disfruta de los momentos juntos, pero no quieras estar con alguien que no te demuestre que quiere estar contigo, así de simple.

Si pasados un par de meses, aún sientes que esa persona no te tiene como prioridad, mándalo amablemente a freír espárragos y ve a por el siguiente porque te mereces a alguien que beba los vientos por ti.

Ya verás como tener esto en cuenta te ayudar a no perder más el tiempo, ni malgastar tu ilusión.

Recuerda, lo esencial es lo que realmente cuenta.

¿Estás de acuerdo con la cualidad más importante que debería tener tu próxima pareja? Cuéntamelo en la sección de comentarios.

Un abrazo,

Silvia