Hola Silvia! Te descubrí hace poquito y no sabes cuánto bien me hace leer tu blog/instagram/libro, además de saber que hay más personas que sienten y padecen como yo, ya que muchas veces me he sentido muy sola y sin que nadie supiera entenderme.
Considero que tengo muy mala suerte en el amor. He tenido muchos «algos» pasajeros en mi vida, nada prácticamente estable y la sensación de que nunca nadie me ha querido como pareja, ni se ha enamorado de mí. Solo me han querido por interés y sexo. Quizás, por ello, cada vez tengo más complejos físicos y muy baja autoestima porque pienso que me ven como un monstruo (aunque al principio me digan que qué guapa, que vaya cuerpazo… Pero pienso que me lo dicen para quedar bien…).
Llevo unos años quedando por el mundo virtual y siempre es más de lo mismo. Al principio mucho interés hacia mí, muchos piropos, muchos WhatsApps, muchos buenos días/buenas noches… Todo como muy acelerado y tras 2 o 3 citas desaparecen de repente o dejan de contestarme y a los pocos días/semanas aparecen en la foto de perfil/estado súper agarrados y felices con una chica, que por supuesto no soy yo. No puedo exigirles nada, ni pedir explicaciones porque a mí simplemente me estaban conociendo y no era su novia pero no puedo evitar llevarme el mal rato porque el chico me gustaba (soy demasiado sentimental y no puedo evitar sentirme así, a pesar de saber que ese tío no merece la pena y debo olvidarme de él). Y al final de todo este proceso, que se repite más veces de las que me gustaría, siempre me surge la misma duda (posiblemente absurda vista desde fuera) pero que a mí me quita el sueño: ¿Cómo reaccionar ante esas actitudes?:
– Le digo cuatro cosas bien dichas de buenas maneras y en plan «simpática» por WhatsApp, quedándome a gusto y deseándole lo mejor con la cabeza bien alta porque realmente conmigo no ha tenido nada, salvo un par de citas, besos/sexo, cerrando página para siempre.
– Lo elimino del WhatsApp directamente sin decirle nada.
– No hago nada pero lo mantengo en el WhatsApp y el día de mañana cuando se me pase la tontería, a lo mejor podemos seguir siendo amigos.
Gracias por escucharme y un abrazo muy fuerte.
Thais
Hola Thais, muchas gracias por tu consulta y por la confianza. Efectivamente, hay muchas personas que sienten y padecen como tú. Si te has leído mi libro “Mándalo a la mierda”, ya te habrás dado cuenta que yo también fui una de ellas por unos años, que se me hicieron eternos, así que te comprendo perfectamente.
Voy a darte 3 premisas que creo que son importantes para responder a tu consulta.
1. Quita las etiquetas.
Has abierto el meollo de tu consulta con la frase “considero que tengo muy mala suerte en el amor”. Así es como defines tu vida amorosa.
Pero, ¿qué es la buena suerte y la mala suerte en el amor?
¿Es buena suerte casarte con tu amor del instituto al que conociste cuando tenías 14 años y quedarte toda tu vida con él?
¿Es buena suerte tener varias experiencias y encontrar a un hombre con quien formalices tu relación a los 30?
¿Es mala suerte casarte joven y divorciarte?
¿Es mala suerte no encontrar a tu pareja ideal hasta que tienes 50 años?
Formula estas preguntas a diferentes personas de tu entorno y verás como cada una tiene su propia idea sobre lo que es buena suerte y mala suerte. Si me preguntas a mí, yo no creo en ello. Creo en vivir las experiencias necesarias para aprender las lecciones que necesito para desarrollarme como persona. Creo en cometer errores, aprender de ellos y no volver a cometerlos más.
Algunos niños aprenden a caminar a los 10 meses. Otros al año y medio. ¿Crees que sería mala suerte que tu hijo empezara a caminar tan temprano porque habrá que seguirlo a todas partes? ¿O la mala suerte es que empiece tan tarde porque a lo mejor los hijos de tus amigos empezarán antes?
Tú eres quien pone la etiqueta de mala suerte porque tu vida amorosa no se ajusta a la idea que tenías en la cabeza de cómo debía ser. Debes quitarla y reformular esa idea.
No has tenido mala suerte en el amor, has tenido la gran suerte de que la vida te ha puesto delante a personas que te han ayudado a darte cuenta de que tu autoestima está muy baja. Y aunque tú pienses que eso es debido a los rechazos, en realidad ya venías al partido con la pierna rota. En el siguiente punto te lo voy a explicar mejor.
2. Deja de proyectar tus inseguridades en los demás.
“Nunca nadie me ha querido como pareja, ni se ha enamorado de mí. Solo me han querido por interés y sexo. Quizás, por ello, cada vez tengo más complejos físicos y muy baja autoestima porque pienso que me ven como un monstruo (aunque al principio me digan que qué guapa, que vaya cuerpazo… Pero pienso que me lo dicen para quedar bien…).”
Con hueso hemos topado.
Cuando leo las consultas que me enviáis, en mi cabeza hay como un subrayador que detecta los puntos importantes en el relato. Este párrafo se me ha puesto en:
Amarillo fosforito, negrita y subrayado, todo a la vez.
Vamos a ver, alma de cántaro, ¿cómo te cuento yo que estas mierdas solamente están en tu cabeza? ¿Cómo te hago entender que los hombres no van en busca de monstruos?
Imagínate a un puñado de hombres quedando en un bar clandestino, contando sus batallitas. Juan se pone de pie y pide silencio a sus compatriotas: “Señores… Ayer por fin lo conseguí. Después de muchos años de búsqueda infructuosa, de expediciones por lejanos y peligrosos lares, logré mi más deseado objetivo. ¡Me follé a un monstruo!”. Y todos vitoreando, invitándolo a rondas de cerveza, celebrando la hazaña.
Suena bastante absurdo, ¿verdad?
Te prometo que no me río de ti. Sé que tus inseguridades son reales, que las sientes con todo el alma, pero lo que no puedo permitir es que sigas pensando que los hombres te ven como un monstruo y que encima, te mienten diciéndote que eres guapa y tienes un cuerpazo. No es así.
Estás proyectando cómo te sientes en los demás y eso hace que, cada vez que a alguien le gustas, te preguntes por qué y dudes de sus intenciones. Cuando ya no quiere salir más contigo, entonces refuerzas tu idea de que eres un adefesio. Estás metida en una rueda que no para de girar.
Hasta que decidas plantarte y trabajes tu autoestima. Para ello, debes entender el siguiente punto.
3. Un rechazo (o mil) no te quita valor porque la única persona que puede determinar tu valía eres tú misma.
¿Sabes cuántas personas me han rechazado, han ido desapareciendo o no han querido conocerme más? No, yo tampoco lo sé. Más de 10 seguro (y de 20 también). ¿Me he sentido mal en el momento y he necesitado un par de días (en ocasiones, algunos más) para superarlo? Claro. ¿Me ha quitado la autoestima? Ni de broma.
Mi autoestima no me la quita nadie porque la única persona que puede quitármela soy yo misma y me quiero demasiado como para hacerme eso.
Lo mismo te pasa a ti. Cuando tienes una autoestima baja, cualquier circunstancia es susceptible de bajártela más. Y cuando digo cualquier circunstancia, lo digo de verdad.
Si algo me ofrece mi trabajo, es la oportunidad de conocer a mucha gente diferente y hablar de sus sentimientos, lo cual me parece un tesoro. He tenido en consulta a mujeres que se han machacado por cosas como tener la casa un poco desordenada cuando una vecina vino a pedir algo, no haber tenido tiempo de responder a un email u olvidarse de comprar algo en el súper.
Es por eso que, cuando alguien se marcha de tu vida, en lugar de desearle buen viaje, aprender de la experiencia y pensar que esa persona no era para ti, sin más, te dedicas a engrosar tu lista de cualidades despreciables. No me puedo ni imaginar cuán larga es esa lista ahora mismo, si has llegado a la conclusión de que los hombres te ven como un “monstruo”.
¿Sabes qué? Confecciona esa lista. Escribe todas esas cualidades negativas que crees que tienes. Luego rómpela en mil pedazos y tírala en una basura de la calle (porque eso no se puede quedar en tu casa ni un minuto más). A continuación, haz una lista con todas las cualidades maravillosas que tienes. Pide ayuda a tus allegados si te quedas estancada. Luego ponla en un lugar donde la puedas ver, como en la puerta del armario, en el lado interior, y cada día la vas a leer, al acostarte y al levantarte, mínimo durante 9 días.
Ya me contarás cómo te va.
Por último, me llama la atención que la duda que te quite el sueño no sea cómo afrontar estas situaciones, sino qué decirle a alguien que ha desaparecido de tu vida.
¿Y qué más da? Si el muchacho ya te ha demostrado que no es la persona para ti. El foco no debería estar en él, sino en ti misma. En realidad, la respuesta depende de cómo te sientas tú.
¿Te vas a sentir mejor mandándole un mensaje? Hazlo.
¿Te duele solamente pensar que está en tu agenda de contactos? Bórralo.
¿Te es indiferente o no te importa mantener su contacto? Déjalo ahí.
Hagas lo que hagas, la realidad será la misma, así que puedes hacer lo que te dé la gana.
Espero de todo corazón que este artículo te haya servido y que me escribas en un par de meses diciéndome que te sientes mucho mejor.
Un abrazo,
Silvia
Miriam dice
Silvia…gracias por aparecer en nuestras vidas. Como tu MUY BIEN sabes…somos muchas las que nos sentimos como Thais. Un abrazo enorme! Y Thais….con Silvia estas en buenas manos! 🙂
milena llop postic dice
Genial Silvia, lo bordas y con esas premisas, Thais y cualquiera supera lo que sea… Aún me falta muchas páginas de tu libro por leer, estoy en ello, pero es altamente recomendable para entender muchas cosas de las relaciones humanas!, ya te contaré.
¡Gracias por tu espléndida dedicación!
Azazu dice
He llegado hasta aquí por una publicidad y he llorado al leer esta consulta. Tengo 35 años y nunca he tenido nada serio con un chico porque siempre me pasa como a Thais. Me encantaría poder charlar con ella. En mi opinión, todo es azar, destino… Y no está en nuestra mano que aparezca esa persona o no. Hay que está en paz con una misma y ya está. Un abrazo fuerte.
Silvia dice
Hola Silvia, te pido que hagas un grupo de chicas por localidades, para quedar y hablar entre nosotras. Algunas nos sentimos solas (literalmente) y necesitamos hablar y distraernos.
Yo me apunto!
Silvia Llop dice
Para esto justamente he creado PsicoAmor. Allí hablamos a través de los foros y nos apoyamos las unas a la otras.
Dori dice
Hola. Pensaba que era yo la única rara que toda la vida le ha pasado lo mismo, y ya veo que no. Somos más. Ahora mismo me encuentro en este punto de mi vida que me odio porque cada vez que tengo una cita debo de hacer o decir algo, que nunca más quieren saber de mi. O si he tenido alguna más, es solo si he querido que sea una relación solo sexual. Si es alguien que realmente me interesa salen huyendo. Siempre me pregunto que es lo que he dicho o hecho para que salgan corriendo. Toda la vida igual. Tengo 46 años y nunca he tenido una relación seria con alguien. Yo quiero amar y que me amen…. y como dice Thais, creo que una maldición cayó sobre mi el día que nací. Veo tantas parejas felices en la calle… y yo nunca jamás. Nunca he paseado agarrada de la mano. Nunca me han besado de forma espontánea al salir de una tienda(por ejemplo), nunca he hecho el amor(si relaciones sexuales). Que hago mal???????
Marilyn dice
Hola Dori, la percepción que creamos en nuestra cabeza no siempre es real. No todas las parejas son felices, hay mucha gente que está en pareja y es bastante infeliz. Yo estuve casada 7 años, de los cuales la mayor parte del tiempo fue muy bueno, pero al final salíamos a cenar o a comer y era todo un paripé, para la gente estábamos bien y en casa al final dormíamos hasta en habitaciones separadas así que no te fíes. Y no tienes nada raro, simplemente hay mucha gente que no sabe apreciar lo bueno, a lo mejor das con gente que no está preparada para una relación contigo, se asusta y marcha o nos hace falta un poco más de amor propio para proyectar seguridad. Yo estoy trabajando en ello. Creo que vamos por buen camino, Ánimo, Lo conseguiremos!!
Ana dice
Gracias por tu labor Silvia! Yo también padezco de la » mala suerte en el amor». Soy consciente de que si hay un patrón que se repite en mi vida el problema está dentro de mí y no fuera…
Poco a poco me voy trabajando y mejorando para sacar mi mejor versión y encontrar alguien que la valore y la merezca!
Un abrazo!
Ana