No quiero seguir encerrada en un pasado que no tiene futuro

Hola Silvia, he leído tu libro y lo he encontrado enriquecedor y, cómo no, me han aparecido dudas.

Llevo más de siete años soltera. Terminé una relación bastante mal, que entre idas y venidas duró siete años también. Él ha ido y venido de mi vida constantemente y estoy cansada de centrarme en el pasado y no en el presente. Las veces que lo he intentado, he conocido solo chicos que querían sexo y ya está. Intenté acomodarme a lo que se lleva: un revolcón y adiós, pero no me siento cómoda, sino sucia y dejé también de hacerlo.

Acabé poniéndome un escudo para evitar que me hicieran daño, tanto que ya nadie se me acerca. Intenté también vía Tinder, pero los intentos fueron un desastre y siempre me he echado la culpa a mí.

La última vez fue hace poco. Intenté conocer a un chico que conocía de mi juventud, pero lo primero que me dijo fue “no estoy preparado para una relación”. Vale, me pareció perfecto, sinceridad por delante, pero intenté, aunque fuera, llevarnos bien como amigos, pero tampoco funcionó. Un día, se enfadó por una tontería, me llamó mala amiga y no supe más de él. No sé porqué me afecta porque en el fondo sé que él no era para mí.

Necesito consejos para poder sentirme a gusto a la hora de conocer chicos y disfrutarlo. No quiero seguir encerrada en un pasado que no tiene futuro y conociendo chicos que no son para mí.

Muchas gracias.

Verónica

Hola Verónica, se intuye un artículo intenso, lo huelo. Has sacado temas interesantísimos, muchas gracias. Voy a ir desgranándolos poco a poco, a sorbitos. Como si de degustar un buen vino se tratara.

¡Empecemos!

Él ha ido y venido de mi vida constantemente y estoy cansada de centrarme en el pasado y no en el presente.

Empezamos bien. Muy bien. Luego la cosa ya se irá torciendo, pero este inicio es todo un acierto. 

No puedes seguir enganchada a tu pasado, especialmente cuando tu pasado no te ha hecho sentir bien, cuando ha despertado ansiedades, cuando ha bajado tu autoestima, cuando te ha ido destruyendo, poco a poco.

Así que tomaste una buena decisión, la de centrarte en el presente y construir un futuro mejor, uno que te haga feliz. La cosa promete.

Intenté acomodarme a lo que se lleva: un revolcón y adiós, pero no me siento cómoda, sino sucia y dejé también de hacerlo.

Vaya, aquí empiezan los caminos embarrados.

Hablemos de sexo.

Es cierto que estamos en un momento en el que el sexo sin compromiso se lleva más que hace décadas porque está mucho más aceptado social y culturalmente, pero nada te obliga a seguir esa moda, si no quieres.

Hemos integrado el sexo como parte del proceso de conocerse, pero eso no significa que tengas que pasarte por la piedra a cada persona que se cruza en tu camino. No significa que debas prestar tu cuerpo, cuando no se ha forjado aún un sentimiento o cuando no tienes claro si la otra persona va a querer algo más contigo. Tampoco significa que no puedas acostarte con quien te dé la gana, cuando te dé la gana y porque te da la gana.

La cuestión es que tú debes hacer lo que funciona para ti. Si, cuando tienes sexo en las primeras citas (o con alguien que no es tu pareja), te sientes sucia, significa que ese estilo no es para ti.

En la conquista, no debes hacer lo que piensas que la sociedad te dicta o lo que otras personas te dicen, sino lo que te sirve a ti. Lo que te hace sentir bien.

Si te apetece tener sexo en una primera cita porque eso te gusta y te sientes bien al día siguiente, incluso si no te llama más, hazlo.

Si te apetece esperar hasta cuando tú quieras, espera.

El único baremo que debes usar es el de tus propios sentimientos. Punto. Y si al otro no le interesa tu posición, puerta.

Acabé poniéndome un escudo para evitar que me hicieran daño, tanto que ya nadie se me acerca.

Eso es lo que pasa cuando alzamos muros y ponemos escudos. Que nos protegen de todo lo que pueda llegar a nuestra vida, tanto lo malo, como lo bueno. Te sugiero, a propósito de poner escudos, la lectura del libro: el caballero de la armadura oxidada, de Robert Fisher.

Cuando llevas una coraza, es mucho más complicado encontrar pareja porque eso implica que la otra persona debe esforzarse mucho para traspasarla. Y eso es un trabajo casi titánico. Nadie en su sano juicio elegiría este camino, a no ser que tuviera un atracón de química monumental. Es mucho más fácil (y saludable) buscar a alguien que venga a pecho descubierto porque así es como se puede conectar realmente y ver si la otra persona es para ti o no.

Intenté también vía Tinder, pero los intentos fueron un desastre y siempre me he echado la culpa a mí.

Este punto me parece importante. Culpabilizarse es siempre un error porque nos lleva a victimizarnos, en vez de buscar soluciones.

La clave está en responsabilizarnos por la parte que nos toca, pero sin culpas.

Si tú has estado poniéndote un escudo, es normal que no te haya funcionado ligar (independientemente del medio que hayas usado). Lo que debes hacer, no es sentirte culpable por ello y fustigarte, sino darte cuenta de que tú tienes todo el poder para cambiar aquello que no te está funcionando. Y pasar a la acción.

Intenté conocer a un chico que conocía de mi juventud, pero lo primero que me dijo fue “no estoy preparado para una relación”. Vale, me pareció perfecto, sinceridad por delante, pero intenté, aunque fuera, llevarnos bien como amigos, pero tampoco funcionó. Un día, se enfadó por una tontería, me llamó mala amiga y no supe más de él. No sé porque me afecta porque en el fondo sé que él no era para mí.

¡Bandera roja a la vista! La viste, la consideraste y quisiste probar con una amistad. No funcionó. Te afectó.

¿Sabes por qué te afecta? Porque estás basando tu autoestima en el valor que los demás te otorgan. 

“Si él no me quiere ni como amiga, ¿quién me va a querer?”

Pues te lo digo yo: alguien maravilloso. 

Un hombre que te mire y vea todos los tesoros que llevas dentro, que adore tu risa y haga el tonto solo para escucharla, que quiera saberlo todo de ti, que se muera de ganas por oír tu voz cuando no estás cerca, por tocar tu cuerpo, por descubrir cómo quedan vuestros cepillos de dientes juntos.

Pero para encontrar a ese hombre, debes darte el valor que realmente tienes, lo cual me lleva al último punto.

Necesito consejos para poder sentirme a gusto a la hora de conocer chicos y disfrutarlo. No quiero seguir encerrada en un pasado que no tiene futuro y conociendo chicos que no son para mí.

Si no quieres seguir encerrada en esa coraza que te has construido, debes empezar a resquebrajarla. ¿Cómo? Trabajando tu autoestima. Mirándote al espejo todos los días y diciéndote lo bonita, especial y estupenda que eres.

Debes otorgarte el valor que realmente tienes y actuar en consecuencia. De este modo, no necesitarás que los demás lo hagan por ti.

Tú eres un diamante. El diamante es la más preciada de las piedras preciosas y también la más dura. Una vez tallada, posee un brillo imposible de apagar.

Es el momento de que talles esa coraza y dejes que reluzca todo tu brillo. ¿Lo harás?

Un abrazo,

Silvia