¡Hola Silvia!
El año pasado conocí a un chico en Tinder y fue conexión pura nada más empezar a escribirnos. Después de una semana, me invitó a cenar y fue una velada estupenda. Nos gustamos muchísimo y aquella noche empezó nuestra relación.
El único “inconveniente” es que estaba casado, en fase de separación, aún viviendo con su mujer y tres hijos. Dudé en si confiar en su buena fe, pero él me quiso convencer de que no me arrepentiría.
Empezó algo entre nosotros increíblemente intenso. Nos veíamos cada vez que él podía y no podíamos estar sin besarnos ni un momento. Fue el primero en hablar de futuro juntos y soñábamos con una casa para nosotros y nuestros hijos. Lo que pasa es que surgieron discusiones. Él siempre tenía otras prioridades y yo me pasaba el tiempo esperando a que pudiera verme o llamarme. Eso me frustraba mucho, pero a la vez justificaba todo debido a su situación.
Después de unos 3 meses, la relación se enfrió un poco por su parte y yo llegó un momento en que le dejé porque no me hacía feliz, a pesar de quererle mucho. Yo también tengo una hija pequeña y poco tiempo libre, pero siempre encontraba tiempo para él. Sin embargo, él no me priorizaba y yo siempre venía después de su trabajo, sus problemas familiares, sus hobbies, etc. No opuso ninguna resistencia y terminó.
Al cabo de un par de semanas, nos vimos para devolverle algunas cosas y hablamos. Yo estaba más enamorada que nunca y analizamos lo que no funcionaba. Yo me comprometí a ser aún más comprensiva y él quiso volver a intentarlo. Dijo que habíamos corrido demasiado y que esta vez tendríamos que ir con calma. Así fue. Lo retomamos, viéndonos poco, pero después de casi un mes, la misma semana en que por fin firmó la separación y su mujer se fue, me dejó a mí también.
Desapareció con excusas hasta decirme que ya no sentía lo mismo, que se había asustado y que necesitaba un tiempo para centrarse y olvidar malos ratos. No quería un adiós y pensaba volver a quedar en un tiempo y ver cómo estaba la cosa entre nosotros pero “ni ahora, ni mañana”. Me destrozó el corazón, pero confiaba en que solo era para un tiempo.
Al cabo de un par de semanas, se metió otra vez en Tinder y fue ahí que me sentí realmente morir. Le traje sus cosas y me dijo que tenía “que comparar”, que se asustó conmigo por haber visto rasgos de su ex mujer en mí.
A partir de ahí, nada. Otra vez yo le mandé una nota de voz para saber cómo estaba y me contestó después de horas y muy frío. Le bloqueé para lograr olvidarlo.
El problema es que, después de 5 meses, aún pienso en él y espero que quizás un día se dé cuenta de que lo nuestro fue inmenso y vuelva a mí. Que se le pase ese miedo y se vaya el trauma del divorcio.
Solo es un espejismo, un engaño, ¿verdad? Aún lo tengo bloqueado en WhatsApp, pero no en el móvil y tiene mi correo si quiere contactarme.
Gracias, Silvia.
Camelia
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¡Hasta la próxima!
Simona Gennaro dice
Gracias Silvia por compartir mi experiencia! Me ha suscitado mucha conmoción recorrer mentalmente esa época que me ha dejado muy herida. Estos momentos te hacen realmente sentir parte de esa fantástica community!!!
Silvia Llop dice
Gracias a ti por tener la valentía de compartir tu historia!! Millones de besos!
Noelia Carretero dice
Me ha encantado lo de saltarnos banderas rojas sin ser conscientes y justificar todo por la situación que él estuviera viviendo y nosotras quedarnos en las fantasías. Y lo de establecer los estándares no con el objetivo de que el cambie o para marcarnos un farol, sino, por nosotras mismas. Muy interesante el episodio Silvia. Gracias
Silvia Llop dice
Son conceptos clave para tener el mando a distancia siempre y no quedarnos colgadas en fantasías sin fundamente. Un besazo!
Ana Maldonado lozano dice
Tuve una historia exactamente igual. Conocí a un hombre aún viviendo con la mujer. Empezamos a conocernos y cuando por fin se va de casa y ya era libre para estar juntos… conoció la vida de soltero.
Olga dice
«Cogiste 4 veladas maravillosas y las convertiste en una relación entera» … así mismico me ha pasado a mí ¡me quedo con esto grabado a fuego! Me ha gustado mucho este episodio Silvia, muchas gracias