¡Hola, Silvia! Aquí estoy, recién llegada a la comunidad. Tengo 46 años, dos hijos de 3 y 7 años, y estoy divorciada hace 9 meses.
Estoy saliendo hace 3 meses con un hombre maravilloso.
Él está divorciado hace 2 años, tiene 2 hijas adolescentes y la relación con la madre de las hijas (su ex) es espantosa. Todas las semanas tienen «follones» porque ella le está pidiendo dinero de mala manera (que está fuera del convenio de divorcio) o peleas muy fuertes entre las hermanas, las hijas insultando al padre… Vamos, que yo no veo que haya ningún tipo de respeto.
La última fue que la madre echó a la hija de 17 años de la casa, ella se fue a vivir con él (la madre había pedido la custodia para ella hace 2 meses)… Pero no es mi vida.
Lo que me pasa es que cada vez que él me cuenta alguna de estas situaciones, que para mí son de mucha violencia y caos, me empieza a dar ansiedad. Estos últimos días, incluso el solo hecho de que él dijera algún nombre de ellas 3, ya me empezaba a dar palpitaciones.
Ya he tenido 2 conversaciones diciéndole que esto me afecta, que regule la manera que me cuenta las cosas y que ponga límites, y yo intentando soltar, pero no sé, ahora ya me saltan todas las alarmas.
Te cuento que no tengo para nada el perfil de salvadora, que lo que me importa es ser coherente con mis señales, pero no sé bien cómo hacerlo. ¿Cómo puedo resolver esta situación? Nuestra relación es muy linda, y él me gusta mucho, pero a mí me hacen mal su circunstancias.
¿Cómo manejar estas banderas rojas que no están en la relación, sino que vienen del contexto?
Mil gracias y un abrazo.
Mirena
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JavierSE dice
Cierto es que es complicado saber poner límites, y más aún cuando no está en tu terreno, entiendo tu situación porque yo siendo hombre, estoy en el mismo pellejo de tu pareja. Y también me ha ocurrido como a ti, con tu pareja. Y la clave amiga es hablar con tu pareja, y establecer límites. Cada uno tiene su mochila, y al igual que tú no tienes que cargar con su mochila, el no tiene que descargar la suya en ti. Buena comunicación, y asertivamente establecer límites. Es la clave.
Fernanda dice
Aunque puede ser muy doloroso, tus palpitaciones te están indicando que no estás bien. Lamentablemente su entorno es parte de su realidad. Yo tomaría distancia o por lo menos hasta que aprenda a poner límites y solucione sus problemas familiares.
Saludos.
Sara dice
Me pasó algo muy similar y la relación tuvo que terminar. Es muy complicado porque las hijas son para toda la vida y es algo muy importante en su vida.
Carme dice
Yo sobre sobreviví durante 9 años a una relación así. Había mucho amor y conexión entre nosotros pero al final, no pudimos más. Cuando sus hijos se hicieron adolescentes, empezaron a salir todos los males de adolescencia, gritos, peleas entre hermanos que no podían estar juntos ni en la misma habitación, celos entre ellos, exigencias del hijo hacia el padre de pago de pensiones (que ya no eran obligatorias) y todo esto afectó tanto al que era mi marido que todos sus problemas los pagaba conmigo. Empezó hasta maltrato psicológico que yo en ese momento no veía… La única solución fue salir de ahí. Tal como nos dijimos, aveces el amor no es suficiente. Yo tenía ya una obsesión que cuando me levantaba por la mañana ya estaba mal, pensando que en cualquier momento podría volver a increparme por algo trivial y pasaba todo el día triste. Menos mal que me fui o hubiera acabado mal. Esta historia me ha hecho recordar todo lo que pasé, y todo el dolor de la ruptura. Sólo podría decirle que si no está bien ahí, que se vaya.