¿Alguna vez has querido mantener el contacto con alguien que no te ha demostrado que esté demasiado por la labor?
Cristi es la protagonista de esta historia y su consulta es la siguiente:
Hola Silvia,
Llevo muchos años sin pareja y cerrada al amor, centrada en el trabajo y mi familia y sin echarlo de menos. Pero durante el confinamiento, me decidí a descargar Tinder, sin mucha pretensión. Estuve hablando con chicos majos, hasta que en un par de días, apareció ÉL. Supe enseguida que era diferente y, a los dos días de estar hablando, lo tenía claro: me gustaba mucho y no quería hablar con ningún otro. De hecho, le dije que me iba de Tinder y que si quería seguir hablando, nos dábamos los teléfonos, así que enseguida pasamos a WhatsApp.
Hablábamos a diario, teníamos mil cosas en común. Comenzó a darme también los buenos días. Yo estaba como en una nube y comencé a tener miedo de perderle. No tengo mucha experiencia en esto del amor y llevaba mil siglos sin pareja.
Un día, no supe nada de él. Era la primera vez. Hasta ese momento, la comunicación era fluida y cuando no escribía él, escribía yo con respuesta inmediata y positiva por su parte, incluso cuando tenía mucho trabajo.
Al día siguiente, le conté mi día y le dije que había echado de menos un ratito con él, a lo que él me respondió que necesitaba tiempo para él, que el trabajo le absorbía demasiado y que estaba intentando cambiarlo, pero que tenía que avisarme que cuando tenía mucho agobio de trabajo «desaparecía»… Lo sé, bandera roja, debería haberlo visto, pero no lo vi o no lo quise ver porque yo, por motivos laborales, también he pasado épocas muy agobiada y sé lo que es no querer saber nada del mundo. Le dije que lo entendía y me preparé para no saber nada de él en un tiempo, según me había avisado, pero no. Esa semana, se esforzó muchísimo por estar en contacto a diario. Aún así, las conversaciones eran más cortas: una frase de buenos días, una conversación más corta por la noche, pero yo estaba avisada y, aunque notaba la diferencia, me agarraba a su aviso y tiré hacia delante con un objetivo: seguir en contacto hasta que se pudiera cambiar de provincia para tener una cita y conocernos en persona.
Poco a poco, fue teniendo menos iniciativa y yo cogí el testigo. Cuanto más lejos lo notaba, más enganchada estaba yo. No lo agobié en ningún momento. Nunca le pedí explicaciones, solo le escribía, hablábamos por las noches, le preguntaba cómo estaba y le mostraba mi apoyo.
Llegó finales de junio y me armé de valor y le pregunté si quería que nos conociéramos en persona. Tuve que proponerlo yo porque él no lo hacía y enseguida me dijo que sí. Nos vimos en mi ciudad y la cita fue regulín. Me costaba cuadrar la realidad con la imagen que yo me había hecho. Es como si el del teléfono fuera una persona y no reconociera a quien tenía delante. En cualquier caso, aposté por seguir conociéndole. Yo estaba muy nerviosa y quizá, él también.
Propuse una segunda cita para un día concreto. El chico no podía y quedamos que buscaría otro día, pero no lo hizo. Hemos seguido hablando, pero con menos frecuencia y, salvo en contadas ocasiones, soy yo la que tomo la iniciativa.
Su respuesta siempre es buena. Se pone contento y hablamos de mil cosas, pero yo siento que no le intereso y un día me armé de valor y le pregunté. No sé si hice bien y si él se sintió incómodo, pero no conseguí respuestas claras. Sería un estupendo político. Yo le pregunté claramente en qué punto estaba él y si quería seguir en contacto porque yo estaba poniendo de mi parte y me parecía que estaba siendo una pesada. Su repuesta fue algo así como que el momento en él que estaba era sobreviviendo por el tema de su agobio de trabajo e intentando llegar vivo a su fecha de vacaciones. Que disfrutaba mucho con nuestras conversaciones y que yo no era una pesada. No sé que hacer con eso, la verdad.
Hemos seguido hablando en un par de ocasiones, como si nada, pero temas triviales y siempre he sido yo la que ha iniciado. He tomado la decisión de no volver a iniciar nada y llevamos ya una semana sin hablar. No sé nada de él.
Ahora me encuentro mal, creo que he desperdiciado la conversación y que quizá no le pregunté claramente si lo que tenía era falta de tiempo o de interés…
Lo estoy pasando fatal, me parece horrible que alguien desaparezca de la vida de otra persona y ahora estoy haciendo yo lo mismo. Estoy tan acostumbrada a llevar el peso de nuestra «relación» que me parece que estoy haciendo algo malo. Soy yo la que se está apartando, y en realidad no quiero, me muero de ganas por escribirle.
Es curioso, cuando veía que se alejaba, lo pasaba mal y ahora que se ha alejado y le he preguntado, soy incapaz de saber qué me pasa, pero me siento igual de mal o peor que antes. Así que me pregunto: ¿por qué alejarme? Si no estoy mejor, de hecho estoy peor.
Cuando tengo momentos de lucidez, he pensado en despedirme, en dejar de esperar sus mensajes, en dejar de sufrir por tener ganas de escribirle. Pero no lo he hecho, para no agobiarlo o sentirme tonta.
No tengo nada que reprocharle, solo quiero darle las gracias por sacarme de mi letargo, por alegrarme el confinamiento, por despertarme al amor y por mil cosas más. Pero tengo miedo de despedirme, sacarle de mi vida y luego arrepentirme. En el fondo, sigo pensando que las cosas pueden cambiar cuando tenga menos trabajo.
Ahora mismo, lo que tengo ganas, es de seguir manteniendo el contacto, hasta que esté más relajado y a ver qué pasa, aunque lo estoy pasando tan mal que en ocasiones creo que sería mejor despedirme.
Estoy muy perdida, gracias por tu ayuda.
Cristi
Para tomar decisiones firmes, primero debes poner el foco en lo que realmente es importante.
El audio y la hoja de ejercicios que tienes a continuación, te servirán para entender por qué se dan ciertas situaciones y decidir si quieres mantener el contacto o no con alguien que no esté invirtiendo en ti.
Eso es todo por hoy.
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Me encantará conocer tus opiniones sobre este tema, que puedes dejar en la sección de comentarios.
¡Hasta la próxima!
Andrea dice
Hola Cristi!
Quédate con lo que sentiste en la primera cita. En mi opinión, esas sensaciones de verlo en persona es lo que debe tener más peso y donde tu intuición te ayuda más. Yo en tu lugar me anclaría a esas sensaciones de haberlo visto en persona. No te convenció en persona y hay que pasar página. Mi consejo: olvídalo. Para cerrarlo, lo mejor para ti es escribirle una frase muy corta de despedida (o ni siquiera despedirte) y bloquearlo después. Así no te quedas en ese limbo de estar pendiente del teléfono, ya que eso puede ser horrible esa incertidumbre de si algun día él te escribirá o así, o si le escribirás tú. Es mejor cortarlo todo por lo sano. Contigo: o todo o nada. Ni más ni menos. Este chico te puede hacer volver loca. No es claro contestándote. Pasa de él. El que tengas ganas de escribirle no debe ser lo que te guíe. El amor propio debe ser tu mayor guía. Este chico no te conviene, Cristi.
Mucho ánimo y un abrazo!
Virginia dice
Hola, no puedo descargar la hoja de trabajo. Le pasa a alguien más?
Silvia Llop dice
Hola Virginia, ¡ya está arreglado! Gracias por avisar 🙂
Virginia dice
Perfecto, muchas gracias Silvia 😊😘
Patricia dice
Ufff me suena tanto 😞…. lo lógico sería q no le escribas más, si tiene interés te escribirá él. Pero es fácil decirlo, te entiendo tanto estoy casi en la misma situación. Enganchada a alguién q sólo puede verme cada 10 o 15 días. Y a veces pienso…. tendrias que mandarlo a la mierda !!!! Y no soy capaz xq despertó en mi algo que llevaba aletargado mucho tiempo….
Y me pregunto por qué tener que privarse de decir lo que sentimos, por que sentir miedo de decir lo q nos pasa , no vaya a ser que se lo tomen de otra manera 😞
Aishhh cómo me gustaria pudieramos arrancar de cuajo lo que nos hace mal y nos lastima
Y tener el valor de mandarlos a la 💩
Olga dice
Cristi
Cuando a alguien le interesas encuentra tiempo para ti de una manera o de otra. No te sientas mal por no escribirle porque él no está sufriendo por ignorarte. Cierra libro porque él no es para ti ni tú para el y seguro que el adecuado llegará.
Mucho ánimo!!!
Nora dice
Hola me paso igual
He estado dos meses fatal ahora q me sale gente para conocer me envía mensaje q quiere tomar café para hablar
Mi opinión la vida sigue así q no bloquees yo era así
Ya vendrá pero de momento sal q hay mucha gente valida
Cristi dice
Hola chicas, soy Cristi. Muchas gracias a todas por vuestros ánimos, vuestros consejos y vuestros mensajes tan cariñosos.
Al final lo mandé a la mierda de la mejor manera que supe, le di las gracias de corazón y le deseé suerte y hasta ahora… No se nada de el y yo estoy mejor, tengo algún día de bajoncillo pero está desapareciendo la ansiedad y la culpa. Poco a poco voy estando mejor y os agradezco muchísimo vuestros consejos. Es mucho más fácil cuando alguien lo ve desde fuera y sabes perfectamente que te entiende porque está pasando o ha pasado por lo mismo que tu
Me encanta ser parte de todo esto con mujeres tan valientes y valiosas como vosotras. Gracias
Sonsoles dice
A mi también me suenan muchas cosas esta historia… y Cristi, te entiendo, porque yo tampoco quería mandarle a la mierda pensando que mi vida estaba menos mal con la poca atención que él me prestaba, al menos tenía algo, me decía a mí misma.
Mi experiencia, le mandé a la mierda hace meses y no estoy menos mal que con sus migajas sino que estoy mucho mejor sin nada de él.
Por tanto mi consejo, déjale ir, te está aportando demasiado poco como para que pienses en él y le tengas dentro de tu vida.
Elena dice
la hoja no me deja descargarla. ¡Qué alegría ver que eso le ayudó a Cristi! Me he sentido como ella en más de una ocasión, ahora, cada vez menos…