Conocí a un chico. Nos atraíamos, pero los dos estamos casados de muchos años con varios hijos y coincidimos en el mismo grupo de amigos.
Tras una fiesta, él me escribió en plan de risas y yo le seguí el juego. El caso es que la cosa avanzó. Quedamos a comer y, sin pensarlo mucho, acabamos los dos pillados y quedando todo el tiempo que podíamos.
Pasó el tiempo (2-3 meses). La relación avanzó muy rápidamente y él me planteó irnos juntos, pero lo vi precipitado, así que puse una fecha próxima, pero con más tiempo para conocernos mejor, ya que era un paso grande.
De repente, él empezó a tener miedo a que le fuesen a pillar y estaba raro, más distante. Al final, me dijo que no podía mantener una doble vida y que no quería mentirme más a mí, ni a su mujer. Reconozco que, a mí, la doble vida no me parecía tan mala opción.
Pasaron dos meses y volvimos a escribirnos. La cosa fluyó, como siempre, y acabamos liados, pero él se sintió muy culpable y prácticamente cortó todo tipo de contacto. No contestaba ningún mensaje, ni nada.
Hablamos al poco tiempo y me dijo que no podíamos seguir viéndonos y que casi arruinamos nuestras vidas, que se arrepentía de todo y que lo sentía mucho. Después de eso, me eliminó de sus contactos y no he vuelto a saber nada más de él.
El caso es que puedo entenderlo, pero no entiendo el cambio de actitud tan radical que tuvo y que mi mente racional no es capaz de procesar. Han pasado un par de meses y no soy capaz de quitármelo de la cabeza, aunque sé que es lo que debería hacer.
¿Qué recomiendas en estos casos? Sé que no es un caso fácil ya que los dos estamos casados.
Muchas gracias de antemano,
Maripili
Gracias a ti, Maripili, por contarnos tu caso. Es complejo y bastante peliagudo, pero creo que se pueden sacar cosas interesantes de tu experiencia.
Vamos a empezar hablando un poco de vuestra situación.
Ambos estáis casados y con hijos.
Pero os gustasteis y decidisteis iniciar una aventura.
Si alguien consigue colarse en tu vida de ese modo, es seguramente porque tu pareja está incumpliendo con alguno de tus estándares (o varios).
Por eso es tan importante evaluar tus estándares y revisar si se cumplen, sea cual sea el punto de tu vida en el que te encuentras.
Los estándares son eso que necesitamos sí o sí para sentirnos bien en una relación de pareja.
Hay estándares que tienen que ver con los valores: como el respeto, la comunicación fluida o la sinceridad.
Hay otros que tienen que ver con tu proyecto de vida: tener hijos, vivir en X sitio o compartir ciertas aficiones.
Otros, tienen que ver con tu personalidad: recibir cariño, tener un sentido del humor parecido, tener mucha independencia.
Hay estándares que deberían ser universales y otros que dependen de cómo seas tú, de tu visión de la vida, tu estilo de vida y de tus objetivos.
Cuando estás con alguien que no cumple con alguno de tus estándares, la relación, con el paso de los años, termina siendo una losa para ti en ese aspecto.
Eso hace que se abra un hueco para que aparezca alguien, una liebre, que seguramente te brindará exactamente lo que te faltaba con tu pareja.
El concepto de las liebres, viene de mi padre. Te lo cuento, por si no lo conoces.
En las carreras de galgos, ponen a una liebre mecánica para que los galgos la persigan y puedan, así, terminar la carrera.
En el amor, una liebre es esa persona que te obliga a salir de tu agujero, ya sea una relación que no te acaba de hacer feliz o una actitud negativa con respecto al amor.
La liebre te va a meter una buena dosis de ilusión en vena para que dejes de lado tu apoltronamiento y vivas un poco.
Eso sí, cuando la liebre se va, deja un buen estropicio.
En el caso que nos comentas, Maripili, tu liebre se ha ido después de unos meses maravillosos y de decirte que iba a dejar a su mujer para estar contigo.
Y eso te ha dejado con una gran incógnita porque no entiendes el porqué de su frenazo en seco, con cambio de dirección incluido.
Cuando no encontramos una explicación lógica, desde nuestra perspectiva, a la huida de alguien, corremos el riesgo de quedarnos enganchadas en el bucle del “por qué”.
Te montaste tu castillito de arena, patrocinado por tu liebre, claro está. Él te dijo que iba a dejar a su mujer y a construir una vida contigo.
Pero lo que pasó es que cambió de opinión.
No sabemos por qué. Pero tampoco importa.
Puedo aventurarme a pensar que quizás pasó algo en su casa que le hizo reflexionar.
O puede que hablara con su madre y ella le diera un buen rapapolvo.
O que un amigo le contara lo mucho que se arrepiente de haber abandonado a su mujer y sus hijos para irse con otra.
O la culpabilidad pudo más que el deseo.
O, simplemente, su parte racional terminó ganándole la partida a la emocional.
Al final, todo esto no tiene ninguna importancia porque su realidad, sea la que sea, no la puedes cambiar.
Saber el porqué de sus acciones, no cambiará el resultado y tampoco te dejará más tranquila.
Aún así, cuando la cabeza entra en bucle buscando motivos, lo que recomiendo es hacer este simple ejercicio.
Coge un papel y escribe una carta, como si viniera de él. En esa carta, te cuenta la razón de sus actos.
Busca la justificación que más te sirva a ti, la que más tranquila crees que podría dejarte.
Cuando la tengas hecha, léela imaginando que fue escrita de su puño y letra.
Luego, rómpela y tírala (fuera de tu casa).
Eso ayudará a tu cerebro a hacer 2 cosas.
- Entender lo que ha pasado (aunque la explicación no sea la verdadera, eso es lo de menos. Lo que necesita tu cabeza es comprender).
- Procesar que esta persona ya no está en tu vida y por lo tanto, hay que ir quitándola del lugar que está ocupando.
Por último, te daré un consejo no solicitado.
Revalúa la relación con tu marido. Descubre qué estándares no está cumpliendo, ten las conversaciones necesarias y llega al meollo de la cuestión.
Si se puede solucionar, genial.
Si no se puede solucionar, puedes hacer ver como que no pasa nada, pero es muy probable que sigan apareciendo liebres en tu vida, en forma de personas o de circunstancias, tanto internas, como externas.
Eso es lo que suele pasar cuando vives una vida que no te hace feliz.
Así que toma las decisiones que sean mejores para ti y para tu futuro.
Tus hijos también agradecerán que vivas tu vida con honestidad y te cuides.
Espero que este artículo te haya servido a ti, Maripili, y a todas las personas que estéis viviendo una situación parecida.
Un abrazo,
Silvia
Helena. dice
Hola Silvia! Como siempre magistral, te sigo y espero con ansia tus correos diarios, que si bien a principio me podía parecer excesivos, ahora son vitales. Gracias por tu gran dedicación,
Respecto al artículo del caso que presentas, hay algo en lo que discrepo un poco, y es cuando afirmas que: Si alguien consigue colarse en tu vida de ese modo, es seguramente porque tu pareja está incumpliendo con alguno de tus estándares (o varios).
Se suele decir, es verdad, que quien va a a buscar una relación “extra”, es que no encuentra en su pareja lo que desea y lo quiere compensar buscando “fuera”. Pero hay que valorar que quien se mete en esa clase de relaciones, posiblemente también pueda estar tratando de compensar lo que no encuentra en su propio interior. Hay un vacío, se busca otra relación justificándola, eximiendo el argumento: “es que él o ella no me dan lo que quiero, y tú sí me lo das”. Con ello se supone que es la pareja quien debe llenar los “huecos”, los vacíos internos, que te haga feliz y que cumpla los estándares que tú no logras cumplir contigo, y puede acabar siendo una dependencia, y a la larga, una insatisfacción.
Creo, en mi opinión, claro está, que hay que distinguir muchos matices, y tal vez el “ex” de este relato empezó a valorar lo que la relación “extra” suponía en su vida, más allá de cualquier culpabilidad, que sabemos que en realidad no lleva a ninguna parte, e hizo un examen de su propia situación interior.. creo que también cabe esta suposición…
Finalmente darte la enhorabuena por tu dedicación a todas las personas que necesitan muchas de tus aclaraciones, es un placer y una enseñanza leerte. Eres una excelente referencia! Gracias!
Silvia Llop dice
Totalmente de acuerdo contigo, Helena. Es también posible que en estos casos se esté buscando en los demás algo que deberíamos darnos nosotros mismos.
En los artículos (y todo mi contenido en general), suelo coger la dirección que mi intuición me dicta por la forma en que están escritos los relatos porque si me pusiera a tratar todas las posibles vías, resultaría un peñazo. Así que siempre estoy súper abierta a que me deis vuestros puntos de vista para enriquecer la información que yo doy. Muchas gracias por tan valiosa aportación y un besazo!
PD: Me alegro de que les hayas cogido cariño a las newsletters diarias jaja.
Phia dice
Creo que está bien explicado de todas formas, cuando dices “tus estándares” y explicas lo que son, porque lógicamente los estándares son de uno mismo, que tu pareja no los cumpla no significa que sea su culpa la infidelidad, significa que no los cumple y ya. Porque “tus estándares” como la palabra lo dice y como Silvia lo explica es algo establecido por ti mismo en tu interior.
Irene dice
Hola Silvia, te sigo desde hace poco pero me encanta lo q dices. Me vi en una situación similar pero corté yo cuando vi que no iba a dejar a su mujer. Lo pase francamente mal, pasé 2 años hundida pero a día d hoy, hace casi 4 de esto, agradezco a “mi liebre” que me diera la fuerza para dejar un matrimonio donde ya no era feliz, estaba estancada, simplemente dejaba los días pasar y pese a lo mal que lo pase en el “duelo “ tengo q decir q hoy soy FELIZ, tengo ilusiones, proyectos, entro y salgo y sobretodo me siento viva!!!!
Allie dice
Hola Irene,
¿Podria ponerme en contacto contigo?
Quizá tu experiencia con ese duelo pueda ayudarme un poco.
Gracias
Allie dice
En mi caso, mi liebre, era un asunto pendiente desde hacia 11 años. El casado y yo tambien. Nos aventuramos y a la semana él dejó a su mujer, fue valiente, al mes ya me estaba diciendo que lo que sentia por mi venia de muy atrás, q era la pieza de su puzzle que dejase a mi marido que nos iria genial, 1 año y medio de conquistarme, aventura y dudas por mi parte. Cuando dije si, me engañó con otra, pero lo quise superar, no pude, le dejé, pero era tarde, estaba enamorada hasta el fondo, él se fue con la que me habia engañado 2 meses. Volvió, “tu eres la mujer de mi vida, no quiero vivir sin ti”, 5 semanas de planes para mi mudanza, cambio radical para mi y el inicio de una vida juntos con grandes proyectos de futuro y familia. Ilusionada como una niña, me puso el mundo a mis pies. Un buen dia me dijo que tenía mucha ansiedad porque no llegaba la fecha de verme en su casa (faltaban 3 semanas) al día siguiente me dejó y a los dos días ya estaba viviendo con la misma con la que me habia engañado. “Te quiero, pero ella me gusta y me lo pone más fácil”. Casi 3 meses llevo llorandole, y sin dejar de pensar en que va a volver. No me reconozco. Probaré con la carta. Gracias.
No precisamente Chris Hemsworth dice
Leyendo este artículo, y las respuestas, quiero dar mi testimonio como hombre que hizo de liebre para una mujer, y lo doloroso que puede resultar también ejercer esta función.
Muy resumidamente: conocía a una chica desde hacía años por ser contacto en redes sociales, pero como no ponía fotos suyas ni nos veíamos en la vida real, no la tenía ubicada de cara. Ella a mí sí, y un día que coincidimos me preguntó si era yo. A raíz de eso empezamos a charlar, nos escribíamos con el móvil y sin darnos cuenta ya estábamos quedando un día para tomar algo, otro día nos dábamos algún aviso sobre algún tema de interés, y nuestras conversaciones se convirtieron en los mejores momentos del día, llegando a ser muy adictivas y sin que pareciera que se nos terminaran los temas. Jamás había vivido nada así, ni estando enamorado de personas anteriormente.
Ambos estábamos casados con otras personas y ambos éramos infelices por motivos distintos, y aunque parecía que el que más claro tenía separarse era yo, cuando le confesé mis sentimientos -se intuían, pero no los habíamos expresado claramente- ella se me adelantó y tardó poco en separarse de su marido, tras dos décadas de relación y descendencia en común. Fue una sorpresa para mí. Y empezó a esperarme, e hicimos planes para cuando yo me separara (aprovecho para decir que yo no quería consumar nada hasta que me separara de verdad), pero quise dejarlo para después de fiestas, porque me parecía un momento terrible para romper una familia (tengo una hija pequeña). Hay que decir que sentía la presión, pero también tenía muchas ganas de estar con ella y mentalmente sentía que la estaba engañando a ella con mi mujer.
Pues bien, a pesar de que era una persona increíble, con la que había una química y un entendimiento muy por encima de lo que yo había experimentado jamás con nadie, cuando hablé con mi mujer, que pensaba que estaría de acuerdo conmigo en que nuestra relación ya no tenía futuro y la cosa sería mucho más fácil, resulta que luchó como una leona y me entraron las dudas. Me fui de casa unos días para tomar una decisión lejos de las dos, sufría sin saber si ese sufrimiento era lo normal por romper con tu pareja y simplemente tenía que aguantar, o si era por echar de menos a la niña o porque estaba cometiendo un error, y sin poder resolver esta gran pregunta, la otra mujer se retiró, me dejó ir. Y eso, sumado a mis dudas, hizo que volviera a casa sin saber tampoco si eso era lo que quería de verdad, y con la sensación de que me había limitado a «hacer lo correcto». De esto hace año y medio, no he conseguido ser feliz y reilusionarme con mi matrimonio y a ella no la he olvidado, además de que tengo prohibido (y lo entiendo) contactar con ella.
Cualquier arrebato que haya podido tener en cuanto a volver atrás e ir a recuperarla habría sido inútil, porque poco después de aquella «ruptura» ella, a pesar de lo mucho que sufrió con todo el tema, y sé de buena tinta que sufrió muchísimo, por suerte conoció a una persona con la que parece que encaja incluso mejor que conmigo. Así que al final las cosas le han ido bien, y me alegro, pero yo he tenido que desaparecer de su vida, y me sigue doliendo. Fui una liebre y me tuve que ir, pero ya no soy la misma persona, y para mal (irritabilidad, tristeza, falta de ilusión por las cosas…). No sé si el dolor que siento es arrepentimiento o sentimiento de culpa por haberla dejado tirada, por haber quedado fatal con ella, aunque sepa que al final le ha ido bien. He tenido que olvidar a personas porque la relación se ha terminado o porque no era correspondido, es duro pero ya le cogí el truco, pero mi cerebro no es capaz de procesar que haya tenido que alejarme de alguien a quien quería y que también me quería a mí.
Con esto me gustaría que alguien me diera algún consejo para llevarlo mejor, pero también quiero reivindicar que la persona que deja, o que se aleja o desaparece, también puede estar sufriendo y no ser un hijo de puta sin sentimientos. Ahora bien, lo que me parece fatal es no comunicarse, no dar motivos. Eso sí que no va conmigo.
Belen dice
Me parece curioso el comentario que haces de “mentalmente sentía que la estaba engañando a ella con mi mujer”, cuando realmente es al revés. Estabas teniendo una aventura con otra persona y engañando a tu mujer.
Hace año y medio que pasó todo esto pero todavía no has pasado página. ¿Lo has hablado con tu mujer? ¿Cómo se siente ella? Estar porque es simplemente lo correcto seguro que afecta a vuestra relación porque no debes estar al 100% dentro y esto tal vez afecta a como lo lleváis, ¿no? No sé si habéis probado algún tipo de terapia o buscado ayuda de alguna forma. Entiendo que con una hija que dices que tienes debe ser difícil.
Sobre la otra mujer si comentas que está con otra persona y es feliz y se ha podido recuperar de su antigua relación y de la de puente vuestra tal vez para poder vivir el futuro debes dejar ir el pasado, lo que podría haber sido y no fue, ya que fue una elección difícil pero no pudo ser y por lo que dices no será. Así que lo mejor para ti sería pasar página o buscar ayuda para hacerlo porque además dices que has cambiado y a peor y eso no puede ser bueno.
No precisamente Chris Hemsworth dice
Gracias por tu respuesta. Bueno, eso de “aventura” no es una etiqueta que me guste mucho, porque sugiere una diversión, al menos según lo veo yo, y además no pasó nada físicamente. Nos queríamos, no pretendíamos llevar una doble vida ni nada de eso. Iba a ser un cambio de una persona por otra. Pero como la intención estaba ahí, te entiendo.
Mi mujer sabe que no estoy recuperado del todo, llevamos todo este tiempo a medio gas. Pero sé que es un problema mío, que efectivamente tengo que pasar página y apechugar con mi decisión, que como digo se tomó en circunstancias poco favorables para tomar una decisión de este calibre. Ella lo ve como que “me iba a ir con otra”, pero no es algo sexual únicamente, es que estaba enamorado de ella. Es muy serio, no se puede olvidar en unos meses. Y es difícil trasladarle eso sin hacerle daño con cada palabra… Lo he intentado, pero solo yo sé lo mucho que significaba para mí esa mujer.
No hay vuelta atrás, pero quizá debería estar solo definitivamente porque para estar a medias, mejor no estar. Es doloroso para ambos.
Lo de pasar página, sí, la teoría me la sé, lo que pasa es que soy de dar muchas vueltas a las cosas. Demasiadas…
Belen dice
Ten en cuenta que no por no pasar nada físicamente implique que no lo sea, al menos así lo veo yo. Es una aventura por mucho que no hayas llevado a cabo la parte física y sexual.
Al final no deja de ser que hiciste dos pasos a la vez que tal vez deberían haber sido por separado, primero romper una relación que creías que ya tenía solución y más tarde buscar esta nueva relación y experiencia que surgió, por muy enamorados que estuviérais.
Has hecho algo para dejar de estar a medio gas como dices? Habéis probado terapia o buscado ayuda de algún tipo? A veces esto ayuda, aunque sea para darse cuenta de si vale la pena o no. Es una sugerencia. Puede que con ayuda externa que os guíe veáis como solucionar este bache enorme que os consume o bien os puede hacer ver que no hay solución y terminar bien sin alargarlo en el tiempo intentándolo por lo menos. Esto también te ayudaría a no darle las vueltas a las cosas que comentas porque tal vez si lo sueltas de alguna manera te ayuda a dejarlo atrás y superarlo. Hay cosas que por uno mismo a veces es muy difícil de conseguir y los profesionales para eso están.
Espero que te sirva de algo o al menos para comentarlo con alguien si necesitas.