¿Debería ser amiga de mi ex?

Buenas tardes Silvia, soy Claudia. Me he unido a Psicoamor después de haber leído tu libro, que me parece absolutamente genial y seguirte en Instagram y leer tus posts. Es fácil entenderlo, lo difícil es luego en la práctica.

Hace casi tres años, lo dejé con mi pareja, con la que duramos tres años. Tras un tiempo prudencial, volví a buscar el amor, ya que a pesar de estar segura de que no necesito a nadie para ser feliz, sí que me gustaría encontrar una pareja. He dado con diferentes personas, con las que no ha salido bien y se acabó. Mi problema es que, a pesar de ser consciente de que con esas personas no iba a llegar a nada, no desaparecen de mi vida, ya sea por el ámbito donde les conocí o porque, a pesar de no poder ser pareja, compartimos cosas que nos hacen ser amigos, o eso creo yo. No hablo de acostarnos, ni nada de eso, pero sí compartir paseos o hobbies en común. Muchos otros reaparecen en mi vida con la excusa de saber de mí y yo, al final, pues tampoco soy rencorosa y mantenemos el contacto.

En resumen, mi duda es respecto a los fantasmas de los que hablas en tu libro. A veces creo que mantener el contacto, aunque yo sepa que no somos nada, no me deja progresar. Y no acabo de ver fácil cómo acabar con ellos cuando, a lo mejor, forman parte de mi vida de alguna manera, ya que se convierten en amigos.

No sé si podrías ayudarme de alguna manera.

Muchas gracias, un saludo.

Claudia

Hola Claudia, gracias por esta consulta tan diferente a las que solemos tratar en el blog. Nos has abierto la puerta al maravilloso mundo de la amistad con los ex.

¿Deberías ser amiga de tu ex o eso te pondrá palos en las ruedas a la hora de conocer a alguien nuevo?

Pues depende.

Depende del tipo de relación que tengáis, pero sobre todo, de tus sentimientos.

Si tú tienes sentimientos hacia esa persona, si tienes mariposas en el estómago cuando le ves, si te gustaría volver a intentarlo, si fantaseas con estar juntos de nuevo o estás secretamente deseando darle un beso, entonces deberías limitar tu relación con esa persona (en la medida de lo posible, claro).

El problema cuando inicias una relación amistosa con alguien por quien sigues teniendo sentimientos o a quien ves como un buen candidato para tu futuro amoroso, es que eso te dificulta mucho la tarea de olvidarlo.

Cuando sigues pensando en alguien que ya no está contigo (o que nunca lo estuvo), lo conviertes en un fantasma de tu vida amorosa. Alguien que ocupa el espacio que debería estar ocupando tu pareja, pero sin serlo.

El problema con ocupar ese espacio es que impide que alguien nuevo venga y lo reclame. Es como si entraras en el metro y vieras un asiento en el que te gustaría sentarte, pero estuviera ocupado. ¿Verdad que no te sentarías en las rodillas de otra persona? Pues eso.

Aunque tu ex no esté físicamente a tu lado, ocupado el asiento de copiloto de tu vida, su energía sí lo está porque tú lo llevas contigo en tu pensamiento, en tus fantasías, incluso en tu corazón.

Así que, en ese caso, lo que te interesa es poder hacer limpieza y olvidarte de esa persona, cuanto antes, mejor. Y es bastante complicado logarlo cuando tienes una relación de amistad porque sigues hablándole y viéndole, lo cual echa gasolina al fuego de tus sentimientos.

Si tú no tienes ningún sentimiento hacia tus ex, ni intenciones de retomar una relación romántica (o sexual), entonces no hay ningún problema con mantenerlos en tu vida como amigos porque no producirán ese tipo de interferencias.

Me cuentas que a veces piensas que mantener el contacto, aún a sabiendas de que no sois nada, no te hace progresar. Pregúntate si es porque tienes algún tipo de sentimiento o esperanza de volver. Si te ves con esa persona en un futuro, cuando haya solucionado lo que sea que os hizo romper (o cuando lo hayas arreglado tú). Eso te ayudará a tomar la decisión de si deberías poner un poco de distancia entre vosotros o no.

En el caso de que decidas hacerlo, solo debes ser sincera y decir que necesitas cortar el contacto por un tiempo para poder terminar de superar la ruptura por tu cuenta y, cuando estés lista, si ambos estáis por la labor, ya retomaréis la relación de amistad.

Por último, quiero decirte que hay una frase que me llama la atención y que podría estar frenándote a la hora de encontrar una pareja estable. Es esta en la que dices: “a pesar de estar segura de que no necesito a nadie para ser feliz, sí que me gustaría encontrar una pareja”. Eso significa que hay una parte de ti que cree que tener pareja aportaría en tu felicidad y otra que te dice que ya eres feliz así. Cuidado con este tipo de mini contradicciones porque a veces nos frenan más de lo que pensamos.

Si sientes que necesitas ayuda para hacer esa limpieza interior, librarte de tus fantasmas y quitar el pie del freno, puedes pedirme una sesión.

Espero que estas pautas te hayan servido. 

Un abrazo,

Silvia